Banco Hidalgo, situado en el corazón de Pachuca, es muestra de la arquitectura de la época porfiriana

Esta edificación ha sido parte de la historia de la capital hidalguense desde tiempos inmemoriales

Gustavo Vargas

  · sábado 29 de abril de 2023

Esta edificación funcionó como un hotel en la década de los treinta del siglo pasado. / Foto: Gustavo Vargas

Localizado entre las intersecciones de la calle Independencia y Nicolás Bravo en el corazón del Centro de Pachuca, se ubica el “Banco Hidalgo”, una construcción de estilo neoclásico edificada en 1905.

Además del Reloj Monumental de Pachuca otra de las construcciones más representativas en la Plaza Independencia de la capital del estado es sin duda el Banco Hidalgo, una edificación diseñada por el ingeniero y arquitecto de origen alemán Ernesto Fuchs quien radicara en Guadalajara durante la última década del siglo 19.

A pesar de la relevancia y belleza de su trabajo, la autoría de esta construcción es prácticamente desconocida como muchas otras de las que creó, principalmente en aquel estado.

Entre sus más importantes obras públicas y residenciales, creadas en Guadalajara se encuentra la primera colonia “higiénica” de la ciudad: la colonia Francesa; sin embargo, también edificó chalets y villas en el lenguaje historicista del momento, como la Villa Clémentine, y la Clover Lawn, ubicada en la colonia Americana, además del icónico edificio de Las Fábricas de Francia.

Es de destacar que quien diseñara este emblemático edificio pachuqueño también participó en uno de los concursos de arquitectura a escala mundial más importante de principios del siglo 20 con el diseño del rascacielos para el periódico The Chicago Tribune.

Asimismo, además de constructor inventó y produjo materiales de construcción medulares, presas automáticas y aviones.

Cabe señalar que en una tarjeta postal posterior a 1905, recuperada por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, fecha en que el Banco de Hidalgo fue construido y anterior a la década de 1930, se refiere que esta edificación funcionó como un hotel. Sin embargo, también se documenta que fungió como la residencia de gobernadores durante la época porfirista.

El edificio de corte clasicista construido en cantera de color café, se narra, primero fue ocupado por el Banco Mercantil, después por el Banco de Hidalgo, posteriormente se convirtió en el Hotel Niágara y actualmente alberga una sucursal de Bancomer.

Lo más sobresaliente de la construcción de dos niveles es su fachada con el acceso principal almohadillado y clave en forma de pergamino, la cornisa se cierra en un arco de medio punto, cuenta además con dos columnas estriadas con capitel corintio, las ventanas inferiores tienen columnas con capitel jónico como parteluz y las superiores muestran detalles geométricos.