/ sábado 29 de febrero de 2020

Bajo proceso, el posible homicida del hijo de Sosa

Al valorar que todas las pruebas aportadas por el Ministerio Público son contundentes, la juez de control vinculó a proceso a F. N. N., por el delito de homicidio doloso, en agravio de Gerardo N. N., hijo del presidente del Patronato de la UAEH, Gerardo Sosa Castelán. Luego de una audiencia de 4 horas, realizada ayer, a partir de las 2 de la tarde, la juez Janeth Montiel también concedió un plazo de 6 meses para la investigación complementaria, de la causa penal 166/2020.

En presencia de familiares del imputado, así como de su defensa particular, se desahogaron las pruebas en contra de quien, se señaló, "era la mano derecha" del infortunado. Como se informó oportunamente, los hechos sucedieron el sábado 23 de febrero de 2019, en un camino de terracería que comunica al rancho Yamila, propiedad de la familia Sosa, y donde vivía el probable responsable y lo habían despedido de su empleo dos semanas antes.

La audiencia también versó sobre el arma de fuego utilizada para cometer el crimen a quemarropa, y un arma encontrada en la habitación de F. N. N., así como los testimonios vertidos por trabajadores y amigos del rancho. La autoridad judicial dio a conocer también, que ordenó practicarle estudios de perfil psicológico, así como de mecánica de hechos y de las lesiones que presentó la víctima, además de mandar a desencriptar un teléfono celular del hoy occiso.

Al valorar que todas las pruebas aportadas por el Ministerio Público son contundentes, la juez de control vinculó a proceso a F. N. N., por el delito de homicidio doloso, en agravio de Gerardo N. N., hijo del presidente del Patronato de la UAEH, Gerardo Sosa Castelán. Luego de una audiencia de 4 horas, realizada ayer, a partir de las 2 de la tarde, la juez Janeth Montiel también concedió un plazo de 6 meses para la investigación complementaria, de la causa penal 166/2020.

En presencia de familiares del imputado, así como de su defensa particular, se desahogaron las pruebas en contra de quien, se señaló, "era la mano derecha" del infortunado. Como se informó oportunamente, los hechos sucedieron el sábado 23 de febrero de 2019, en un camino de terracería que comunica al rancho Yamila, propiedad de la familia Sosa, y donde vivía el probable responsable y lo habían despedido de su empleo dos semanas antes.

La audiencia también versó sobre el arma de fuego utilizada para cometer el crimen a quemarropa, y un arma encontrada en la habitación de F. N. N., así como los testimonios vertidos por trabajadores y amigos del rancho. La autoridad judicial dio a conocer también, que ordenó practicarle estudios de perfil psicológico, así como de mecánica de hechos y de las lesiones que presentó la víctima, además de mandar a desencriptar un teléfono celular del hoy occiso.

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