ALTIPLANO.- Considerada como un sitio de observación astronómica para la cultura teotihuacana, la zona arqueológica del Xihuingo conserva cientos de basamentos aún por revelar, según estiman custodios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Localizada a cerca de tres kilómetros de la cabecera municipal de Tepeapulco, esta área es de gran importancia por albergar decenas de vestigios que identifican a la zona como un centro ceremonial, pero sobre todo como un área que servía a las antiguas civilizaciones para realizar cálculos astronómicos.

Las veredas que conducen hacia este entorno, que pareciera detenido en el tiempo, atraviesan alrededor de 500 montículos que se consideran pudieron pertenecer a pequeñas pirámides o adoratorios, razón por la que el proceso de empedrado en la vía de acceso se detuvo a fin de no causar afectaciones, según indicaron los custodios especializados en esta zona arqueológica.

En los acantilados se hallan una serie de cruces punteadas semejantes a las de Teotihuacán.