“Los efectos inmediatos de esta droga son la sedación, efecto de placer, relajación, ausencia de dolor; el fentanilo es uno de los opiáceos más fuertes que existe en el mundo en forma ilegal, que no es el mismo de grado médico como anestesiante y contra dolores muy fuertes”, detalló Christian Ahued Hernández, director del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Pachuca.
Lo grave ahora, advirtió, es que lo están combinando con otras como la metanfetamina o el “cristal”; qué significa esto: consumen una que es depresora del sistema nervioso central con las que son estimulantes del mismo, provoca mayores riesgos en la piel, alertargamiento y adormecimiento, sueño profundo, pérdida de conciencia, pérdida de interés y aislamiento.
“Disminución de funciones básicas hasta llegar a la muerte, eso en el corto plazo”, describió.
En el largo plazo, síndrome de abstinencia con perturbaciones físicas, descoordinación de las extremidades del cuerpo con fallas al caminar o movimientos de un solo lado del cuerpo, como si estuvieran cargados a un solo lado del cuerpo, alteraciones del sueño, pérdida de memoria y apetito, y obviamente se ve afectada su salud mental”.
Falsos mitos sobre el fentanilo
El especialista también informó sobre falsos mitos.
Sí es potente por ser sintética al ser ajena al organismo que no produce esa sustancia; en dosis supuestamente controladas es un estimulante, no es así, “aún en dosis bajas puede reducir la respiración, causar paro respiratorio, pérdida de conciencia y muerte súbita”; por una vez que se pruebe “no pasa nada”, tampoco es cierto, si se fuma o se inyecta, sus efectos son inmediatos aunque desaparecen en poco tiempo y por ello es fácil repetir el consumo y se engancha, lo que lleva a la dependencia.
Se ofrece en presentación para inyectar, en pastilla y polvo, hay quienes la consumen vía nasal.
Por lo que hace a los CIJ en Hidalgo, hay tres, no han atendido casos de pacientes que sean adictos al fentanilo, sin embargo, “esto no significa que no haya consumidores”.
Exhortó a que en la agenda pública estatal se refuercen las acciones y programas “para retardar la edad del inicio en el consumo, aprender a decir que no” y promover la campaña federal “si te drogas te dañas”.
Apuntó que en promedio, entre los 10 y 11 años de edad, se están enganchando en las drogas los hidalguenses.