Durante el segundo día del color naranja en el semáforo epidemiológico, las calles de Pachuca y su zona metropolitana registraron una mayor afluencia de peatones y automovilistas, por lo que también se reabrieron distintos establecimientos comerciales considerados como no esenciales.
Aunque el gobierno estatal y las autoridades municipales exhortaron a la población a mantener las medidas sanitarias, en la vía pública hubo una mayor conglomeración de personas que no respetaron la sana distancia, además de que en algunos casos hubo peatones que no portaban cubrebocas y otros lo hacían de manera incorrecta, sin proteger la nariz o la boca.
En las principales vialidades también hubo una mayor afluencia vehicular con algunos embotellamientos, principalmente en el bulevar Luis Donaldo Colosio, donde se desarrollan las obras de la Súper Vía Colosio por parte de la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SOPOT).
En el primer cuadro de la ciudad se registró una mayor circulación de personas que decidieron realizar compras de productos no esenciales; sin embargo, el gobierno estatal ha reiterado que el cambio al color naranja no implica que se podrán reanudar las actividades como se efectuaban antes del 23 de marzo, cuando comenzó la contingencia sanitaria.
Pese a que en algunos establecimientos se utilizan las medidas sanitarias como la revisión de la temperatura y la entrega de gel antibacterial, en otros hubo personas que no respetaron las medidas de distanciamiento para formarse en las filas para ingresar a un establecimiento, así como en las sucursales bancarias, donde no todas las personas emplean mascarillas.
El color naranja del semáforo epidemiológico establece que se permiten las actividades económicas no esenciales en un 30 por ciento en tanto se desarrollen las medidas sanitarias, por lo que se permite el aforo en parques y espacios públicos con una cantidad reducida de personas.