Uno de los grandes retos de hombres y mujeres es conquistar las cimas de las montañas más altas del mundo, y muchos comienzan con una de las más altas de México: el Iztaccíhuatl que es la tercera montaña más lata de México.
Tiene 5 mil 280 metros de altura sobre el nivel del mar (msnm) y el campamento base conocido como la Joyita se encuentra a los 4 mil, de ahí partirán aventureros con el reto de llegar un poco más cerca del cielo y admirar la belleza natural del lugar. Los paisajes son imperdibles.
De acuerdo con datos del investigador Ignacio Guerrero Martínez: “El Iztaccíhuatl es parte de la cordillera volcánica que se encuentra en el centro de México, concretamente entre el Estado de México y el de Puebla. El referente geográfico más importante para llegar al volcán es el conocido Paso de Cortés, un puerto de montaña a 3,500msnm que separa el Iztaccíhuatl del Popocatépetl. En este lugar, en 1519, el conquistador Hernán Cortés encontró una ruta de acceso al valle de México.”
La ruta de Los Portillos
Esta ruta es de las más conocidas y se integra por 12 puntos o portillos como les llaman y se dividen entre los 4 mil a los 5 mil 280 metros del Iztaccíhuatl, cada uno con sus peculiaridades y distancias, así como sus paisajes.
Los alpinistas pueden iniciar el ascenso a las 12 de la noche para coronar cumbre a las ocho de la mañana ya que son ocho horas de recorrido generalmente, durante el transcurso se encontrarán diversos climas de pende la época del año, pero la neblina y las lluvia no pueden faltar por la altura, las temperaturas pueden llegar a los 5 grados bajo cero acompañados de fuertes ráfagas de viento.
A los 4 mil 500 metros sobre el nivel del mar ya se observan bancos de nubes y montaña aledaña llamada La Malinche y el Pico de Orizaba es en este punto en el que comienza a pegar el mal de atura.
El mal de altura
Esta reacción del cuerpo humano al cambio de presión atmosférica y la falta de oxígeno en el ambiente y por ende en lo que recibe el cuerpo, éste tiene diversos síntomas entre los que encontramos dolor de cabeza, cansancio, nauseas, pérdida de apetito, y en casos más graves puede incluir la caída en coma de la persona.
Este mal se combate con reposo, oxígeno suministrado y medicamentos, pero el ascenso gradual a la montaña es una forma más natural de acostumbrar al organismo a la falta del gas vital para la respiración.
Sin duda, este sitio que se ubica entre el estado de México y Puebla es un reto de al menos una vez en la vida, para una vivir una experiencia como pocas.