La mañana de ayer jueves 9 de febrero, la sesión de Cabildo de Tepeapulco fue irrumpida por, presuntamente, un grupo de familiares y detractores de la regidora morenista Guadalupe Miranda Pallares, quienes exigieron a los integrantes del Pleno la destitución de la munícipe, quien, supuestamente, en estado de ebriedad, el pasado miércoles ocho, golpeó a una de sus hermanas, al parecer por un asunto relativo a una herencia.
De acuerdo a información preliminar, minutos antes de que se llevara a cabo la asamblea, un grupo de manifestantes con pancartas en mano se ubicó a las puertas del Ayuntamiento, en la que exigían a la alcaldesa Marisol Ortega y al Pleno, destituyeran a la representante popular.
Los inconformes se mantuvieron en el exterior de la presidencia y cuando comenzó la reunión de la Asamblea comenzaron a lanzar consignas contra la funcionaria, por lo que, presuntamente, la regidora Guadalupe Miranda, pidió permiso al Cabildo para que los manifestantes ingresaran a la sala y denunciaran su inconformidad.
Supuestamente, la autorización se dio ya que la munícipe argumentó a sus compañeros regidores que la manifestación era un acto orquestado por la presidenta municipal, por lo que los invitó a acceder a la oficina del Pleno.
Ahí, los inconformes, demandaron a los regidores que destituyeran de su cargo a la morenista Guadalupe Miranda, bajo la consigna de que, “si había sido capaz de golpear a uno de sus familiares, no podría representarlos como ciudadanos”.
Asimismo, sentenciaron que Guadalupe Miranda, es la regidora con más faltas a las sesiones de cabildo y que no ha generado propuestas para la Asamblea, además de que no participa de las reuniones y mesas de trabajo.
El hecho derivó a una serie de agresiones verbales, que instantes después se convirtieron en golpes, proceso durante el que, presuntamente, se vio involucrado un acompañante de la regidora, identificado como Juan Carlos Nochebuena.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, Tránsito y Movilidad Municipal, al mando de Gerardo Monroy, quienes se encontraban en el edificio accedieron hasta la Sala de Cabildo para separar a los rijosos; sin embargo, se informó, no hubo personas detenidas.
Finalmente, se indicó que los grupos involucrados emprenderían acciones legales y notificarían el hecho a la Contraloría local a fin de que tome cartas en el asunto.