Si los gobiernos se dicen promotores y defensores de las lenguas indígenas, deberían incluir su enseñanza en todos los niveles educativos y no sólo en el básico, así como lo hacen con el idioma extranjero, demandó Maricela Romero Cruz, originaria de Acaxochitlán y traductora del español al náhuatl en el Tribunal Electoral del Estado de Hidalgo.
Estudió licenciatura en Administración de Empresas Turísticas, es madre de una niña a la cual la ha educado en el hogar para ser bilingüe, y se pronunció de esa forma porque “nunca dejé mis raíces, regresé a mi comunidad (Santa Ana Tzacuala) después de estudiar, para hacer algo por mi tierra y hacer un cambio, para eso debo involucrarme”.
Reconoció que “para poder sobresalir”, debió salir de su pueblo y entre lo que aprendió, recibió una capacitación por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (hoy, Programa Nacional de los Pueblos Indígenas) para convertirse en traductora.
En su largo proceso educativo hasta la universidad, aceptó que no sufrió discriminación.
“Mis padres me inculcaron los dos idiomas; lo que sí me hubiera gustado mucho es que preferentemente fuera en mi lengua (la enseñanza escolar); yo creo que es un problema cuando salimos a las ciudades u otros lugares para desenvolvernos. Yo no sufrí discriminación porque habló el español, pero para otras personas sí es un problema”.
El nacimiento de su hija, la motivo a regresar a su comunidad, para inculcarle lo que son sus raíces y orígenes, “para que ella reconozca y valore a su madre, y no me desconozca más adelante”.
Con esas vivencias, es que Maricela considera vital ampliar el aprendizaje de las lenguas indígenas, no limitado a las escuelas de nivel básico en las comunidades indígenas, sino a todos los niveles educativos.
“Lejos de aprender un idioma extranjero (inglés), que también es importante, primero aprender el idioma madre de nuestras comunidades, posteriormente, otros. Si no se le da esta importancia, realmente estamos perdiendo cultura de nuestro país.
“Se dice que nos apoyan que nos admiran, pero en realidad todavía no se quita esa barrera de discriminación. Yo en mi caso estudié y debido a eso no puedo permitir que me discriminen y ni me causa gracia la gente que desconoce cómo vivimos o nos desarrollamos en la comunidad”.