Las mujeres que protestaron contra la senadora de Morena, María Merced González González por la probable agresión a quien fuera su nuera, frente al Palacio Municipal de Huichapan la mañana y tarde del miércoles 10 de agosto, no eran de Hidalgo, vinieron de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, que se organizaron para apoyar a la joven madre que denunció penalmente a la representante popular.
“No somos feministas, no pertenecemos a ningún colectivo y no somos activistas”, precisó una de las integrantes, a quien se le entrevistó vía telefónica y se identificó por su nombre, pero pidió el anonimato.
Narró que lo publicado en su cuenta de Facebook por Daniela García, sobre la agresión que sufrió el domingo nueve de agosto por la noche afuera de su casa en Maney, Huichapan, cuando presuntamente la senadora y su hijo Luis Ramsés la golpearon para quitarle el hijo que tuvieron ambos y tiene seis años de edad, “se viralizó”.
Una vez que la entrevistada, también madre de una niña, conoció el caso se contacto con otras vecinas de Cuautitlán Izcalli y hablaron con la lesionada a quien le propusieron protestar en solidaridad con su causa, a lo que accedió.
“Le dijimos que sería una marcha pacífica, que no íbamos a causar destrozos ni pintas” y planearon la movilización entre lunes y martes, explicó.
Salieron del municipio mexiquense a las siete de la mañana del miércoles y en Huichapan se les unieron cuatro mujeres de ese lugar, ya con sus cartulinas en mano gritaron consignas contra la senadora y exigieron justicia frente a la sede del ayuntamiento.
Luego se fueron a Ixmiquilpan donde por espacio de 15 minutos bloquearon la carretera y regresaron a Huichapan a volver a manifestarse, relató.
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La siguiente acción, informó, es acudir al Senado de la República para hacer lo mismo que en la alcaldía hidalguense, exigir que no se proteja a la senadora y su hijo y se aplique la justicia.
“Yo creo que el mundo está al revés, hay violencia en todo el mundo. En este caso en particular, la agresora es una servidora pública y es indignante que nos represente. No queremos impunidad y mucho menos a las mujeres y más a un adulto mayor (papá de la agredida).
“Personalmente apoye para que nos escuchen y poner un granito de arena en apoyo a Daniela. Somos mujeres indignadas que nos sumamos a la causa de Daniela”, concluyó.