La alfalfa es un forraje esencial en la ganadería del Valle del Mezquital, este tallo con hojas se utiliza en la crianza de ganado como toros, borregos y chivos, así como en la producción de leche.
Debido a la escasez de agua de riego en este ciclo agrícola, los alfalfales no han crecido y sólo han contado con el agua de lluvia la cual es insuficiente, por lo que existe preocupación entre el gremio campesino y ganadero del Valle del Mezquital.
La alfalfa producida en los campos de cultivo con aguas residuales es considerada de alto rendimiento por los ganaderos, lecheros y queseros, quienes prefieren los productos lácteos producidos en las tierras irrigadas por aguas negras
Cesar Martínez, quesero de Ixmiquilpan dijo: “La leche que compramos para hacer los quesos es la de vacas que comen alfalfa que vienen de las comunidades donde utilizan las aguas negras, porque tienen más nutrientes, y el queso sale con mayor calidad”.
Por su parte, Pedro Contreras productor de leche del municipio de San Salvador expresó: “La alfalfa no ha crecido, no hay abasto suficiente para las vacas, si la situación continúa así, se corre un gran riesgo”.
Estas pérdidas representan una cadena decreciente que afecta desde los productores de alfalfa, ya que existe una disminución de sus ingresos mensuales por la venta de forrajes. Posteriormente a los productores de leche, carne y queso, pues tienen aumentos en sus insumos, en la actualidad los precios de la pacas de alfalfa, avena y zacate, han aumentado hasta en un 50 por ciento, según una encuesta que este diario realizó a los agricultores.
Hoy en día, la alfalfa se vende en precios que alcanzan los 150 pesos cada paca, la avena en 100 pesos y el zacate en 60 pesos aproximadamente, ya que los precios varían de acuerdo al lugar de compra.
Esta situación repercutirá en toda la población, ya que los precios de la leche, queso, crema, yogurt, carnes rojas o embutidos como chorizo y longaniza aumentaran.