Con la finalidad de evitar ser engañados, la iglesia católica invitó a los feligreses a tener precaución con los falsos sacerdotes, por lo que emitió consejos para identificar a este tipo de personas y no caer en equivocaciones; una de las prácticas más comunes de este tipo de gente es darse a conocer con tarjetas de presentación y ofrecer el servicio de los Sacramentos solo a domicilio.
Sin haber recibido orden sacerdotal, algunos sujetos simulan la celebración de homilías, bautizos, confirmaciones y hasta matrimonios para obtener ganancias económicas, por lo que la iglesia dio a conocer que estas prácticas suelen realizarse en su mayoría en los domicilios debido a que los falsos sacerdotes no tienen ni parroquia ni territorio designado, por lo que no se encuentran en los registros de las diócesis.
De acuerdo a información difundida por la revista Desde la Fe, los impostores, a falta de una parroquia en donde oficiar misa, salen a ofrecer los servicios a las comunidades alejadas de las iglesias, en donde regalan tarjetas de presentación para que puedan contactarlos y por lo que poco a poco crean lazos de amistad con los feligreses, para ser recomendados.
Vestidos con sotanas, con biblias y rosarios en manos, los supuestos padres cobran dinero al final del acto que celebran, solicitando a los asistentes una contribución económica, piden donativos para alguna casa hogar, orfanato o asilo que no existe, y muchas veces ni siquiera portan el color de la vestimenta acorde al tiempo litúrgico.
Por ello, como medidas preventivas, se instó a los feligreses a acudir a las parroquias para recibir orientación sobre los requisitos necesarios para la celebración de misas y Sacramentos; rechazar a los que solo ofrecen servicios a domicilio; pedirles que se identifiquen con algún documento que los avale como miembros de la diócesis correspondiente y de ser posible, denunciar las acciones ante autoridades eclesiásticas, así como advertir a los demás fieles.
En cuanto a los castigos para las personas que se hacen pasar por sacerdotes, se indicó que existen penas civiles y eclesiales, por lo que se informó que los que se ostentan como tales, violan la Ley de Asociaciones Religiosas en la fracción XIV de su artículo 29, lo que puede dar lugar a una sanción, apercibimiento, multa o excomunión, por lo que la persona ya no podría recibir ninguno de los Sacramentos.