La cuchara, la pala, el nivelador, descansaron este viernes Día de la Santa Cruz porque los trabajadores de la construcción acudieron a dar gracias por los parabienes recibidos durante el año.
Este 3 de mayo se hace una pausa en toda obra y construcción que se realiza, ya que de acuerdo a la tradición es el día que los albañiles llevan sus cruces a bendecir para pedir que los cuide y no "les pase nada".
En madera, en metal, los trabajadores de la construcción llevaron a bendecir sus cruces previamente adornadas con flores de colores, para después de oír misa colocarlas en lo alto de la construcción.
Fernando, un albañil con 30 años de experiencia, comenta que él lleva su cruz porque así se lo inculcó su padre, de quién heredó el oficio.
“Son traiciones que nos han inculcado los padres, me dedico a la construcción y es una tradición año con año, venir a la iglesia para pedir por nuestro trabajo y que nos vaya bien”.
Explicó que una vez que bendicen la cruz, la tradición es regresar a la obra y colocarla lo más alto que se pueda, para que desde ahí “los cuide de que no les pase nada”.
“Gracias a Dios me ha ido bien, sí tenemos obras y la de su humilde casa”, expresó Juan, quien tiene el cargo de media cuchara, al salir de la Basílica de Guadalupe.
Por su parte, Horacio, albañil con 15 años de antigüedad, quien iba acompañado de su chalán, explicó que como en todo, dentro de la construcción existen niveles en los trabajadores, en los que destaca el ayudante o el chalán, oficiales o mejor conocidos como media cuchara, el “maistro” y el contratista.
Respecto a si leer planos de obra les resulta difícil, los maistros aseguraron que basta con saber leer y escribir para “salir adelante”, además de las ganas que le pongan.