Graciela Durán y Santos Domínguez son dos adultos mayores que la única oportunidad de ingresos es a través de comercio ambulante, sin embargo, ya no les permiten vender en espacios públicos de Pachuca y piden a las autoridades municipales de Pachuca que los deje trabajar. Ambos coinciden que la pandemia del coronavirus ahondó la crisis económica y cuando empezó la nueva normalidad, vieron en el ambulantaje una forma de obtener mayores ingresos.
Esta nueva etapa les ofreció recuperarse a través de la venta de mercancía usada, como zapatos, ropa, juguetes, entre otros, los cuales obtienen de forma regalada por vecinos o amigos. Estuvieron alrededor de 10 meses vendiendo en el tianguis del Jardín del Arte, el cual se coloca los sábados, no obstante, una diferencia de los líderes con las autoridades municipales originó la suspensión del mismo. Ya van dos sábados que no pueden colocarse porque está prohibido en tanto no se resuelva la situación.
Mencionan que es el único tianguis donde venden, porque les queda cerca de sus domicilios y no gastan para trasladarse. “Queremos que la presidencia nos apoye, es uno de los pocos ingresos que recibimos y, aunque tenemos el apoyo bimestral que da el gobierno federal, no es suficiente porque somos personas mayores que requerimos de cuidados médicos”. Aseguraron que la mayoría de los vendedores, más o menos 400 personas, son adultos mayores y madres solteras.