Tras reconocer que al salir de la cárcel, las mujeres enfrentan a una sociedad que las discrimina, señala, etiqueta y las induce a la precariedad laboral, Daniela Hernández Chávez, directora de la organización civil Alas para Crear, consideró necesario ofrecer herramientas a las exinternas para que puedan desarrollarse.
“El ámbito laboral, social, es todo un reto, desde que piden carta de antecedentes no penales, o los prejuicios de nosotros como sociedad que piensan que les van a robar y las limita de oportunidades laborales”, expresó.
Daniela Hernández, una joven de 29 años, emprendió desde hace tres años una organización civil que ayude a mujeres y adolescentes al momento de abandonar su situación de cárcel.
Al hacer su tesis para obtener la licenciatura en Sociología, y visitar la cárcel conoció a una mujer que tenía una pena de 20 años que alcanzó su preliberación.
“Cuando las mujeres entran a la cárcel no solo pierden la familia, sino las oportunidades laborales, Alas nació por el testimonio de una mujer en preliberación, ella tenía licenciatura, tenía una empresa y una familia y estuvo por más de 20 años en la cárcel”, al salir pocas eran sus oportunidades porque la misma sociedad la señala y no hay opciones de créditos, ni de ejercer su carrera, solo etiquetas.
Con el apoyo de la organización, ahora es una mujer emprendedora que además apoya a otras en situación de cárcel.
Daniela reflexiona sobre las personas que están privadas de su libertad “algún día van a egresar, tenemos que hablar de oportunidades, tenemos que abrir espacios, también tienen familia, deshumanizamos a este sector, sin conocer cuál fue la decisión, el camino que les llevó o las empujó a estar en situación de cárcel”.