En algunas ocasiones como sociedad, autoridades o medio de comunicación revictimizan a quienes fueron sujetas de algún delito, lo que hace que la persona o sus familiares revivan la situación traumática y se vuelva asumir en su papel de víctima.
La revictimización trae como consecuencia la aparición de nuevos sentimientos que afectan la estabilidad emocional de las personas y se los hacen sentir indefensos ante los delitos. Algunos de los efectos negativos son un sentimiento de culpa, marginación y asumir una posición de aislamiento para no enfrentar la situación.
Para la directora del Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM), Bertha Miranda Rodríguez es importante que tanto las autoridades como medios de comunicación manejen los términos correctos respecto a cómo se describen los hechos.
Por ejemplo, utilizar términos como crímenes pasionales a un hecho de un feminicidio o muerte violenta, se estaría responsabilizando a la víctima.
Comentó que los medios de comunicación juegan un papel muy importante en el tipo de información que manejan, ya que son un vehículo para llevar información a la población, quienes son quienes la socializan en su entorno.
Señaló que una forma de revictimizar por parte de las instituciones públicas es cuestionar a la víctima sobre que estaba haciendo y con quien se relacionaba.
Además de que, así como manejan la presunción de inocencia con los que cometieron los delitos, también se tiene que cuidar la calidad de la víctima y creerle hasta que se demuestre lo contrario, “se tiene que cuidar el derecho que tienen las víctimas a la verdad”.
“Estas conductas de revictimización, violencia, discriminación, se pueden erradicar, si todos sumamos desde nuestras diferentes trincheras”, aseveró la funcionaria.
En su oportunidad, la activista Adriana Jiménez Patlán, integrante de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (ddeser), señaló que una situación importante es que no se deben dar detalles que los familiares no saben, ya que también se convierten en víctimas indirectas.
Indicó que se debe de respetar los derechos y la vida privada de las personas que son víctimas de un delito, que ya enfrentan un problema.
Y comentó que cuando se concluye un proceso penal y se dicta sentencia, ya se podría utilizar el nombre de la persona que cometió el delito, no así el de la víctima, ya que se tiene que respetar su integridad y la de su familia para evitar precisamente una revictimización.