Hoy se cumplen ocho días de la tragedia que enlutó a Tlahuelilpan, la cual hasta el momento contempla el deceso de más de 100 personas. Todo comenzó alrededor de las 14:30 horas del viernes 18 de enero, cuando la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) recibió el reporte de fuerte fuga de gasolina proveniente de una toma clandestina, en la localidad de San Primitivo.
Para las 15:45 horas, el sitio se hallaba abarrotado de aproximadamente 800 personas, superando numéricamente a los soldados, quienes nada pudieron hacer para desplegarlas, únicamente se contuvieron a indicar que debían retirarse para evitar daños.
Obviamente, hubo caso omiso, la gente llenaba a placer cubetas, bidones, garrafones, todo recipiente, incluso se burlaban de los militares, porque solo permanecían parados apreciando la escena.
Alrededor de las 17 horas llegaron refuerzos de la Gendarmería y el Ejército Mexicano; tampoco reculó la gente y continuó la rapiña de hidrocarburo hasta las 18:58 horas, cuando el Cuerpo de Bomberos de Hidalgo fue alertado sobre la explosión del ducto.
A los pocos minutos se informó sobre el deceso de 21 personas y más de 70 heridos, todos por quemaduras. Casi una hora después se activó la sala de crisis por parte de la División de Gendarmería de la Policía Federal.
Acude personal de la Secretaría de Salud, Energía, Medio Ambiente, Fiscalía General de la República, Conagua, Profeco, Gobierno de Hidalgo y Pemex. Se aprecia un verdadero caos en la zona, lo que detiene el actuar de los bomberos por algún tiempo, hasta que por fin, a las 20 horas, se encuentran listos para apagar las llamas.
Para ese entonces ya se aproximaban decenas de ambulancias y la Dirección General de Riesgos de la Secretaría de Salud federal despliega personal para atender a cien personas heridas por las quemaduras que presentaban.
Petróleos Mexicanos se hizo cargo de coordinar las acciones, al tiempo que informó que el accidente no afectaría el suministro de combustible. Cuatro helicópteros trasladaron a los primeros heridos en estado crítico hacia la Ciudad de México y nueve más fueron canalizados al Hospital Pemex Tula.
Los sanatorios de Cinta Larga, Regional Tula-Tepeji e IMSS de la región ya no tenían cupo ni personal para tantos pacientes, por ello comenzaron los traslados a Pachuca. Alrededor de las 21:30 horas se encontraban en San Primitivo los titulares de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Marina y Defensa Nacional, quienes fueron notificados sobre 21 muertos todavía.
Arriban otros cuatro helicópteros para trasladar a personas quemadas, mientras que en el Cobaeh de la localidad, cercano al ducto, se conforma un Centro de Mando, donde se instalan los primeros siete grupos de trabajo, en presencia del gobernador de Hidalgo, Omar Fayad.
El fuego se controló en su totalidad 15 minutos antes de la media noche, cuando ya se había iniciado una carpeta de investigación por lo ocurrido. A los 45 minutos del sábado 19 de enero llegó el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien ordenó atención a todos los lesionados en todos los hospitales o clínicas, aunque no fueran derechohabientes.
El sitio estaba resguardado por militares y familiares de las víctimas que pretendían, a como dé lugar, ingresar para lograr identificar a los suyos, con la esperanza de que estuvieran con vida, pues hasta ese momento algunos no tenían ni idea de la magnitud del evento.
La desesperación obligó a familiares a presionar al personal castrense para llegar al punto de la tragedia y en instantes el viento soplaba acompañado de lamentos y llanto irreparable de las personas, pues hallaron solo restos, solo partes humanas irreconocibles.
Algunos salieron ante la desgarradora escena y otros se aferraron a buscar entre la oscuridad algo que les diera esperanza. En punto de las siete de la mañana 314 peritos comenzaron las diligencias para recoger 67 cadáveres, es decir, ya sumaban 90 muertos confirmados.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) inició 65 carpetas de investigación por personas desaparecidas. Después, alrededor de las 17:50 horas, los peritos dieron por concluida la labor en el lugar de los hechos.
Lamentablemente el número de víctimas fue aumentando, día tras día; hasta hoy se sabe son más de 100. Tan solo la PGJEH trasladó los restos de 53 personas al Servicio Médico Forense (Semefo) de Pachuca, después de recabar pruebas genéticas de sus probables familiares.
CONTINÚA EL HUACHICOLEO Por un momento parecía que esta tragedia frenaría el robo de combustible, simplemente por notar los colosales daños, empero, el lunes se registró una fuga en un ejido de Santa Ana Ahuehuepan, en Tula de Allende, a escasos 10 kilómetros de San Primitivo. Algo sí se notó, no hubo personas que intentaran llenar recipientes.