A 13 años de la inauguración del Acueducto II de Querétaro, se vislumbra el Acueducto III, al que se opone la sociedad zimapense.
En 1738, Querétaro construyó su icónico acueducto y hasta 273 años después, en 2011, el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa inauguró la construcción del Acueducto II.
Este conducto sustrae agua desde el manto freático El Infiernillo, con una inversión registrada de dos mil 850 millones de pesos, que incluyó 123 kilómetros de tubería para transportar mil 500 litros por segundo.
La vida útil fue considerada para 30 años de acuerdo a informes oficiales emanados del gobierno estatal como federal en su momento, sin embargo, el periodo aún le falta mucho por llegar y ya se adelanta el tercer Acueducto.
Mientras tanto, en Zimapán esperarán se cumplan las promesas del gobierno estatal a cambio del agua: una presa derivadora; una red para abastecer a unas 30 comunidades; tanques de diez mil litros para cada comunidad que serían abastecidos con pipas y, sobre todo, la planta tratadora contra el arsénico que significa la vida de los propios habitantes de Zimapán.
El actual gobernador queretano, Mauricio Kuri González, prometió en su campaña política.
El 24 de mayo del 2022, el entonces secretario de Gobernación en México Adán Augusto López Hernández, dio a conocer que se requerían de permisos para la construcción de tal acueducto, así como el proyecto para su ejecución.
Fue el 18 de enero del 2023, cuando el ejecutivo de Querétaro hizo entrega del proyecto ejecutivo.
De acuerdo con un comunicado oficial federal, el documento planteó que dicho acueducto abastezca de agua al estado con una capacidad de distribución de 3 mil litros por segundo, y su vida útil alcance de 30 a 50 años.
Además, el ahora exfuncionario federal dio a conocer en ese entonces la indicación del presidente de la República de atender la problemática hídrica de este estado.
En tanto, pobladores de distintas comunidades hidalguenses del municipio de Zimapán como es Las Adjuntas, al igual que habitantes agrupados en organizaciones civiles en defensa del agua de este mismo municipio, comenzaron hacer presión ante las declaraciones oficiales, pero sobre todo ante la falta del vital liquido.
Fue a finales del 2022 cuando agudizó la escasez por la descompostura del principal pozo de agua potable, “hace 12 años confiamos en la autoridad con el Acueducto II, por eso lo aceptamos. Nos sentimos engañados, manipulados por las autoridades municipales de aquí. Hoy Zimapán padece falta de agua”, recodaron vecinos en junio del 2022 durante una incursión de El Sol de Hidalgo por Las Adjuntas, ubicada a seis horas de camino desde la zona Centro zimapense.
Además, desde ese entonces acudieron a protestas ante la Conagua federal, así como ante la Secretaría de Gobernación delegación Hidalgo, sin recibir respuesta a su exigencia: eliminar el proyecto del Acueducto III, pues los habitantes zimapenses, además de no tener agua sana, enferman y fallecen por el agua contaminada con arsénico.