Camionetas de uso privado y sin razón social transportan carne que se expende en tablajeras de los mercados de Tulancingo, y aunque el producto no debe entrar en contacto directo con el piso de la unidad en que es transportada, ésta así es distribuida; careciendo de las mínimas normas de higiene.
Las unidades provenientes de la zona de Metepec, atraviesan la zona de la Central de Abastos para llegar a la calle 21 de Marzo, los carnícos son transportados en las bateas y son manipulados por personas sin vestimenta adecuada, ingresándolos al Mercado Benito Juárez.
Cabello, cuello, espalda y manos, son las que tienen contacto con el producto, aunado a que se van abriendo paso los cargadores entre los angostos pasillos para llevarla a su destino final; las canales van chocando con la gente, y solo se escucha, “ahí va el golpe”. Incluso, hay algunos repartidores que ocupan sus propias prendas de vestir para cubrir su cabeza.
Sin duda, el riesgo de salud para el consumidor es latente, ya que podrían adquirir E. Coli o Salmonella, entre otras infecciones estomacales. Existe la creencia que el calor mata todo a la hora de cocinar; lo cierto es que la normativa es ignorada por introductores que no matan su ganado en el Rastro Regional, prefiriendo traerla de otros municipios, sin saber bajo qué medidas el ganado fue sacrificado.
Las canales, son transportadas sin cámaras refrigerantes, siendo otra violación a la Norma Oficial Mexicana NOM-194SSA1-2004, Productos y Servicios. Especificaciones sanitarias en los establecimientos dedicados al sacrificio y faenado de animales para abasto, almacenamiento, transporte y expendio.
La falta de supervisión por parte de personal de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo, COPRISEH, origina que la normativa siga sin apegarse a sus lineamientos; es una problemática de antaño aún sin solución pese a las constantes denuncias ciudadanas.