Durante esta época, numerosos habitantes de la Sierra Otomí-Tepehua, principalmente de los municipios de Huehuetla, San Bartolo Tutotepec y Tenango de Doria se quedan sin trabajo, ya que la cosecha comienza en noviembre.
Al respecto, Ramón Manrique quien preside el Consejo Internacional de Derechos Humanos en Asuntos Indígenas, comentó que algunos lugareños emigran a ciudades como Tulancingo, Pachuca o Tizayuca, pero tienen que afrontar muchas adversidades, como la falta de capacitación laboral por lo que tienen que subemplearse tapando baches o pintando topes por cuenta propia en diferentes sectores de la carretera estatal Metepec Huehuetla, a expensas de que les den unas monedas.
“Hay quienes le saben a la albañilería y logran colocarse como ayudantes, pero otras muchas personas no cuentan con algún oficio y les da más trabajo subsistir, otras consiguen chambas lavando carros, sin embargo, aunque parecen actividades fáciles, las oportunidades suelen ser escasas y en ocasiones tienen que enfrentarse también a la discriminación”.
La venta de tierra de monte es otra de las labores que realizan, aunque la remuneración de acuerdo a versiones de quienes realizan este tipo de actividad, es mínima.
El entrevistado agregó que hay mujeres que también durante esta temporada abandonan sus lugares de origen, y suelen emplearse eventualmente en casas realizando quehaceres domésticos.