Adriana Medina y Alfredo López llevan 37 años casados por la iglesia y 11 años de impartir catequesis prematrimonial en la parroquia de San Antonio de Padua en Pachuca, ellos opinaron que el amor es duradero o para siempre, es la persona la que le cambia el sentido y el objetivo, hoy prevalece el complacer como elemento que une a las parejas y los lleva a que la relación sea efímera.
El trabajo es un ingrediente que ha llevado a que no prevalezca la comunicación, se distraigan con el tener, en vez de darse al otro, recibir lo que uno da y diario alimentar la relación con acciones que fortalezcan la unión.
El amor ya no es duradero porque actualmente se juntan sin el compromiso del matrimonio, ya que “si tienen ganas viven juntos, pero no hay tiempo de calidad” y se distraen en la mercadotecnia y los bienes materiales, coincidieron.
Hoy buscan complacerse con el otro o que el otro les complazca y eso “se acaba pronto”, mejor es que en el noviazgo se conozcan, trabajar en el sentimentalismo, qué le gusta a la otra persona, “es un trabajo de día a adía”, expresaron.
Para llegar a un matrimonio, se debe preparar la pareja en el noviazgo, “no hacer rutina, el amor innova, crea, es construir diario”, consideró Adriana.
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Una forma de que sea perene, es que haya empatía, valores como la humildad y el respeto contribuyen a consolidarla “y no tomar como objeto a la otra parte”, afirmó Alfredo.