Rodeado de recuerdos, objetos, familiares amigos y anécdotas que lo evocaron como uno de los más grandes compositores de México, se presentó el libro Armando Manzanero, en el Centro Cultural Roberto Cantoral, de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM).
“Esta es una visión que necesitamos, panorámica, pero inteligente y sobre todo responsable, que explica, quizá de manera preliminar a Manzanero, porque este libro va a iniciar nuevas maneras de verlo”, dijo el investigador Pável Granados, autor del prólogo del libro de Enrique Martín Briceño.
Dijo que este libro se logró con el apoyo de la Secretaría de Cultura federal, a través de la Fonoteca Nacional, cuando él aún era director de ésta. Como producto de ese apoyo, el libro cuenta con una serie de códigos QR, que permitirán al lector escuchar entrevistas del acervo del Instituto Mexicano de la Radio (IMER) y de Canal 22, donde el cantautor tuvo varias participaciones.
El investigador musical, también reflexionó sobre el legado del autor de Esta tarde vi llover: “El maestro Manzanero, nos dejó, a pesar de ser un hombre tan público, el misterio de la inspiración. Un misterio que vemos en todos lados, porque a donde quiera que vamos gustan las canciones de Manzanero, se le recuerda con admiración y cariño”.
El editor Arturo Ávila, destacó la importancia de este libro como “álbum”, por su estrecha relación entre texto e imágenes que lo ilustran y complementan, recuperadas de distintos archivos, entre ellos los de la familia de Armando Manzanero, de Laura Blum, manager del compositor a quien se le reconoció la labor de preservación, el Archivo General de la Nación, el periódico El Heraldo de México, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, y el Museo del Estanquillo.
“Podemos decir que esta obra es única en su género porque contiene una gran cantidad de objetos visuales que permiten al lector adentrase en distintas facetas de la vida del ‘Señor Amor’. Este es un libro de imágenes, de muchas imágenes: las imágenes mentales que nos va a producir la lectura de los textos de Pável Granados y Enrique Martin Briceño, pero además de las evocaciones de las canciones de Armando Manzanero”, dijo el también editor de la revista Alquimia.
ENTRE LO HISTÓRICO Y LO AMENO
Por su parte Martín Briceño describió la escritura como “una tarea gozosa”, en la que intentó “aunar en todo momento el rigor académico y la amenidad”. Y compartió algunos fragmentos en los que se refiere al modo en que desde la musicología se ha pensado a Manzanero como un personaje clave, “que mezcló elementos del bolero, con arreglos de la balada pop de los años 60”; la repercusión dentro de la industria musical y la educación sentimental de América Latina; y, por último, la polisemia de las canciones del yucateco, por lo que cada uno puede tener su propia versión sin ningún problema.
En el evento se dijeron varias anécdotas, que destacaron su carácter picaresco, mas bondadoso; dedicado y trabajador, mas contemplativo y poético. Ejemplo de ellos fueron sus actitudes con algunos políticos a los que engañaba diciendo que iría a los numerosos homenajes a los que era invitado para que tocara “gratis”; y la última frase que le dijo a su manager antes de morir en 2020: “Diles (a la prensa) que me fui al mar”.
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Manolo Marroquín, secretario del Consejo directivo de la SACM, destacó a Manzanero como “un líder extraordinario de esta institución, que colocó a la Sociedad de Autores en los cuernos de la luna con su nombre”.
La presentación fue amenizada por la cantante Tania Libertad, quien interpretó las canciones de Manzanero Voy a apagar la luz, Ese es problema tuyo y Por debajo de la mesa; la cantante rememoró que entre los 13 y 4 años había comenzado a trabajar con el compositor, a quien le abría sus conciertos en Lima.
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