No hay teatro sin público. Eso afirma el montaje de Elena: Teatro Milán 1985, obra con la que el Teatro Milán vuelve a sus actividades después de casi seis meses. Esta vez las butacas no albergan al público, pues más bien son los espectadores los que recorren el recinto para conocer la historia de este personaje.
Elena reúne dos universos que durante los meses que el Teatro Milán estuvo cerrado se juntan: uno el de los actores que en 1985 ensayaban La ley de Creón, cuyo estreno quedó truncado por el terremoto del 19 de septiembre. Otro es el del presente, con Mariana Garza y Pablo Perroni como protagonistas, quienes al regresar al recinto se toparon con un maniquí que diariamente –y sin explicación aparente– aparece todas las mañanas en la misma posición que el día anterior.
La obra es una experiencia inmersiva, donde el espectador se traslada de una estación a otra para descubrir las diferentes capas de la historia. Primero se encuentra con Mariana Garza, quien en la sala de ensayos del segundo piso da la bienvenida y se confronta con un investigador privado (interpretado por Ignacio Riva Palacio o Héctor Berzunza) contratado por Pablo Perroni para resolver el misterio de este maniquí.
De ahí, el detective nos lleva a un piso superior donde se encuentra con María Perroni Garza, quien descubre algunas pistas sobre este enigma. Entonces, el público guiado por asistentes del teatro se traslada, al Foro Lucerna, donde Pablo Perroni discute la presencia de un ser de otro mundo con Angélica (Anahí Allué), una médium contratada por Mariana Garza para dar respuesta a la incógnita.
Desde lo alto del recinto, el público baja hasta el sótano del teatro para conocer la historia de Gabriel (Sergio Petrola) a través de su espíritu atrapado en este lugar, quien nos lleva de vuelta a 1985 para dar pie a la cuarta estación, donde nos encontramos con la historia de Elena (Gloria Toba o Aitza Terán) gracias a su encuentro con Mauricio (Juan Cabello).
El público finalmente se reencuentra con las butacas, el telón rojo y las luces del Teatro Milán en una quinta estación, donde la historia cierra con el trágico terremoto del 85 y un discurso interpretado por Elena que nos recuerda el valor y la importancia del teatro y el público.
Esta es la historia de un teatro que vuelve a la vida”, dice Mariana Garza en una grabación antes de concluir la obra, cuya dramaturgia fue realizada por Joserra Zúñiga.
El montaje está pensando para cumplir las reglas de la nueva normalidad, con una capacidad del 30 por ciento gracias al ingreso del público en grupos de diez personas, quienes se van desplazando de un punto a otro y ubican sus posiciones –con sana distancia– por los números en el piso o butaca de cada estación. Los grupos nunca se cruzan, por lo que en algunas estaciones los actores rotan para interpretar personajes como el investigador o Elena.
Elena: Teatro Milán 1985 se presenta de jueves a domingo desde las 19 hasta las 20:20 horas. La temporada contará con funciones hasta el 27 de septiembre.