La pandemia trajo hasta el momento la destrucción de alrededor de 12.5 millones de empleos formales e informales, los mexicanos afectados resisten lo que pueden a que regrese la normalidad y puedan encontrar una fuente de ingresos, pero hay otro reto en el horizonte: conseguir un trabajo de largo plazo, que cumpla con las prestaciones que marca la ley y que pague lo mismo que en la era anterior a la emergencia sanitaria, pero los pronósticos de las asociaciones civiles apuntan a una reducción de 20 por ciento en los sueldos.
De acuerdo con el Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF), las secuelas del coronavirus en la economía acelerarán la precarización del empleo.
Hasta marzo pasado, la Tasa de Condiciones Críticas de Ocupación, alcanzó a 23 de cada 100 mexicanos con empleo, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Estos datos son previos al inicio del confinamiento por la pandemia de Covid-19. El Inegi precisa que la precarización laboral incluye a los trabajadores que son afectados por condiciones inadecuadas de empleo, como las horas que laboran o el salario que reciben.
“Incluye a las personas que se encuentran trabajando menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a sus decisiones, más las que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y las que laboran más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos”, dice el organismo dirigido por Alfonso Santaella.
Por si fuera poco, Armando Leñero Llaca, presidente del CEEF, añade que el sector más afectado por los recortes generalizados fue también el más vulnerable, pues la mayoría de las fuentes laborales destruidas se concentran en pagas de uno a dos salarios mínimos, es decir, un máximo de seis mil 160 pesos mensuales. “Los sueldos que se ofrezcan serán menores que los que se ofrecieron antes de la pandemia de coronavirus”.
En lugar de pagar 10 pagarán ocho, es decir, 20 por ciento menos a lo que estaban pagando. Esta es la tendencia que vemos después de la pandemia”, adelanta en entrevista con El Sol de México.
El gobierno no ha tomado medidas para apoyar la creación de empleo, lo que ha hecho es dar apoyos socialesArmando Leñero / Presidente del CEEF
Según Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la reducción de los salarios a nivel nacional será consecuencia de dos factores.
El primero de ellos, dice, es que las empresas tendrán menos dinero disponible para realizar sus actividades y la generación de empleos dependerá directamente de la recuperación de la economía, que en el segundo trimestre del año cayó casi 19 por ciento, según datos del Inegi.
El segundo factor, agrega, es la ley de la oferta y la demanda pues la gente tendrá una mayor necesidad por conseguir un empleo y no tendrá poder de negociación para exigir mejores condiciones laborales.
“El desempleo va a ser tan alto, que el poder de negociación del trabajador se va a ir al piso. Entonces, negociar horas de trabajo o salario va a ser muy difícil para los trabajadores. Cuando la empresa tiene a 200 trabajadores entre quienes elegir, la persona que está en el proceso de selección lo sabe perfectamente y prefiere tomar el trabajo”.
Armando Leñero añade que la precarización laboral puede manifestarse de muchas formas, como reportar menores salarios del trabajador ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el resto del sueldo se paga por fuera.
“Así, sus prestaciones del seguro social serán correspondientes sólo al salario mínimo que les paguen a los trabajadores, o sea, un salario mínimo, porque son más baratas para las empresas”.
Además, las compañías ofrecerán empleos temporales por encima de los permanentes, ante la incertidumbre de un posible rebrote o del tiempo que puede tardar la economía en recuperarse.
“En el corto plazo, las empresas van a contratar de forma temporal. En este tiempo de incertidumbre la empresa dice: ‘te contrato, pero no sé si te voy a poder mantener seis meses o un año, por lo tanto te contrato de forma temporal’”.
Los empleos informales serán los que tendrán una recuperación más acelerada, es decir, el país se encaminará a retomar las actividades sin prestaciones sociales, con bajos salarios y muchas horas de trabajo, dice Delajara.
¿SEXENIO PERDIDO?
Los empleos perdidos hasta el momento se recuperarán, en el mejor de los casos, hasta 2022, pero incluso en ese panorama, Armando Leñero señala que el sexenio completo se quedará muy corto en la creación de fuentes laborales.
“Este va a ser un sexenio perdido en términos de la generación de empleo. En el sexenio de Vicente Fox se crearon 1.2 millones de empleos formales; en el de Felipe Calderón se crearon 2.3 millones, y con Enrique Peña Nieto 3.7 millones, que además es una cantidad pequeña en relación con el crecimiento anual de la población. que es de 1.4 millones”, menciona el presidente del CEEF.
En esos tres sexenios se generaron ocho millones de empleos, mientras que en el periodo de Andrés Manuel López Obrador se generará un déficit de empleo formal, comentó Leñero.
“El gobierno no ha tomado medidas esenciales para apoyar la creación de empleo, lo que ha hecho es dar apoyos sociales, pero eso no es empleo”, agregó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que los países latinoamericanos recuperarán hasta 2025 el ingreso per cápita que había en 2015.
Marcelo Dejalara menciona que la economía mexicana quedará más golpeada que en la recesión del periodo 20082009, cuando la tasa de desempleo alcanzó cinco por ciento y tardó 10 años en regresar a niveles de 3.5 por ciento.
“En este caso va a ser mucho más doloroso, porque la crisis de Covid-19 ha golpeado a muchos más sectores de manera mucho más profunda. La recuperación va a ser muy lenta, pero es difícil predecir cuánto tiempo, porque no hay precedentes. Todo lo que hemos visto de las recesiones anteriores, en este momento lo tendríamos que multiplicar por tres”, mencionó el experto.
Ambos especialistas coinciden en que es necesario mantener el ritmo el alza del salario mínimo en tasas similares a las de los últimos dos años; sin embargo, no hay condiciones para hacerlo.
“En principio, no están dadas las condiciones para que los que participan en esa discusión se animen a subir el salario mínimo. Sí hay razones para seguirlo subiendo, el salario mínimo es ridículamente bajo, pero lo más probable es que no se animen a hacerlo”, dice Marcelo Delajara.
EL OTRO LADO DE LA MONEDA
Mientras los sectores más vulnerables del país ven cómo se esfuman los empleos que pagan entre uno y dos salarios minimos, más de la mitad de las empresas del país, aseguran los especialista, planean seguir contratando personal de mandos medios y altos en los próximos tres meses.
De acuerdo con una encuesta hecha por Spring Professional México, firma especializada en soluciones para identificar talento para posiciones de media y alta dirección, en los próximos tres meses, 55 por ciento de los participantes aseguró que mantendrá o abrirá nuevamente el proceso de reclutamiento y selección de personal, 44 por ciento estimó que se mantendrán inactivos los nuevos ingresos mantendrán inactivos los nuevos ingresos y uno por ciento considera que tendrá que realizar alguna baja en el personal.
El documento señala que las industrias que se mantuvieron activas en reclutamiento durante la contingencia fueron aquellas dedicadas al consumo, tecnología y comunicaciones, así como las enfocadas a la agricultura y la ganadería. El perfil más solicitado en los rangos de media y alta dirección han sido para los sectores de e-commerce y tecnologías de la información principalmente, con sueldos entre 60 mil y 70 mil pesos mensuales.
Además, Héctor Márquez Pitol, director de Marketing Latam y Relaciones Institucionales de ManpowerGroup, señala que el panorama para los próximos tres meses “todavía es negativo y tendrá muchas pérdidas de empleos; sin embargo, con la apertura parcial empieza a haber la apertura de algunas vacantes, especialmente en industrias como la automotriz, manufactura, en general, empieza a abrir la necesidad de cubrir vacantes”, por lo que se vislumbra una ligera recuperación del empleo en el país.
Contrario a la perspectiva de las asociaciones civiles, el directivo de la compañía especializada en talento humano asegura que la recuperación de las fuentes laborales será en forma de “V”, aunque prevé que todavía no se toca fondo.
“Esperaría en concreto que entre tres y seis meses se dé la recuperación de todo el empleo, según lo que dicen las empresas encuestadas, no necesariamente será así con la economía, pero hablando del empleo, en seis meses la mayoría de los sectores se estará recuperando, no al 100 por ciento, porque la recuperación total para algunos sectores podría tardarse alrededor de un año”, pronostica.
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