Las acciones de Aeroméxico no lograron “levantar el vuelo”, pese a que alcanzó un acuerdo de última hora con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) sobre el contrato colectivo de trabajo para el periodo 2018-2020. En la Bolsa Mexicana de Valores, el valor de cada papel de la aerolínea cerró el día en 25.38 pesos (-0.15%) menos, su peor nivel desde el pasado 26 de junio. La empresa acumuló cuatro días de pérdidas, pues su último día con ganancias fue el miércoles 26 de septiembre.
Además, las acciones se mantienen lejos de su mayor nivel en tres meses, pues el pasado 30 de julio, un día antes del accidente en Durango, se vendían en 29.24 pesos, lo que representa una caída de 15% desde ese punto a la fecha. Para los inversionistas, evitar una huelga que podía afectar a 30 mil pasajeros al día no fue suficiente para invertir en una aerolínea que acumula una pérdida de 610 millones de pesos en los primeros seis meses del año, afectada por el tipo de cambio y el incremento en la turbosina.
Desde el 1 de octubre, ASPA acordó una prórroga para el emplazamiento de huelga, pues no estaban de acuerdo con la oferta de Aeroméxico para el contrato colectivo 2018-2020, misma que venció el primer minuto de ayer.
La desconfianza en la aerolínea inició después de la caída del vuelo de Durango a la Ciudad de México, que ocurrió el 31 de julio, apenas unos minutos después de que la aeronave despegara. Además, al menos 15 pasajeros demandaron a la empresa ante una corte en Estados Unidos,