Si los extraterrestres existieran, astrofísicos expertos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés), se dieron a la tarea de estudiar cómo los seres del espacio verían al planeta Tierra.
De acuerdo con un estudio de la NASA, los extraterrestres podrían observar el planeta distinguiendo sus diferentes superficies por colores.
La NASA tenía como objetivo encontrar una manera de localizar planetas habitables más allá de nuestro Sistema Solar, por lo que usó al satélite Deep Space Climate Observatory (DSCOVR) para tomar diez mil imágenes de la Tierra desde su lugar, que se encuentra en un punto de equilibrio gravitacional entre el planeta y el Sol que le permite ver solo el lado diurno del planeta.
Estas imágenes, tomadas a diez longitudes de onda específicas cada una a dos horas durante 2016 y 2017, buscaban simular el punto de vista de los extraterrestres, por lo que los investigadores las redujeron para que representen lo que un astrónomo extraterrestre vería si observara la Tierra desde su sistema solar durante dos años.
De esta forma, cualquier ojo humano (o similar al mismo) puede captar y clasificar por tonos las superficies terrestres, los océanos, las capas glaciares e incluso las nubes.
En primera instancia, la captura podría parecer "simple" para el observador común, pero con dicha imagen cualquier extraterrestre interesado en nuestro planeta puede darse una idea de su composición, forma, posibilidades sustentables, adaptabilidad y obstáculos para residir en él.
Así, al analizar las curvas de las imágenes reducidas y compararlas con las originales, los investigadores fueron capaces de identificar qué parámetros de estas curvas correspondían a los pedazos de tierra y a las nubes.
Con esa información, seleccionaron los parámetros que podrían relacionarse a las áreas con tierra, ajustándolo a la rotación de 24 horas del planeta y construyeron el mapa que será publicado en The Astrophysical Journal Letters.
Pese a que no es preciso en un cien por ciento, este mapa podría servir para que los astrónomos asuman si un exoplaneta tiene océanos, nubes y capas de hielo, los elementos clave para un mundo habitable.