Hace tres meses la delantera de las Tuzas Viridiana Salazar pensaba en el retiro, esta semana se adueñó del título de goleadora histórica de la institución al llegar a 85 goles, uno más que Franco Jara. La dorsal 30 del Club Pachuca Femenil agradece el apoyo de la institución como de su familia y amistades que nunca le abandonaron para empujarla a seguir dentro del futbol.
Viridiana Salazar recordó la lesión que sufrió en el último trimestre del año pasado que le mantuvo por más de medio año fuera de las canchas, situación que combinada con más cuestiones, le hizo vivir “un proceso complicado dentro y fuera del terreno de juego, entrar por primera vez a un quirófano, me sirvió para darme cuenta que había cosas en que trabajar.
“Ahí comenzó un proceso complicado, desde la etapa de rehabilitación, volver a la cancha y tratar de estar a la par del equipo, de saber que el tiempo no se detiene por nadie, de alguna manera eso me cobró factura, me costó mucho volver a estar al nivel de mis compañeras y poder competir contra ellas y los equipos rivales”.
Lo anterior, le hizo vivir quizás el momento más complicado dentro de su carrera deportiva, había tomado la decisión de dejar el futbol, lo cual platicó Alan Calleja y Alfredo Altieri, director de futbol y director deportivo del Club Pachuca, respectivamente, acerca de lo que vivía fuera del campo.
“Al final no es fácil, se requiere de valentía para poder hablar de lo que sientes, en ese momento toqué fondo, estaba pasando por una etapa complicada, esa noche le marqué a mi madre y a mi representante, quería que ellos hablaran con los directivos y externaran esa parte, que ya no quería jugar futbol, no quería estar más.
“Recuerdo perfectamente que me dijeron que estarían conmigo en todo el camino, así fue, no me soltaron de la mano, me empujaron a avanzar, a demostrar que Viridiana Salazar no era solo lo que ha pasado sino que puede seguir trascendiendo en este club, me tocó vivir un momento dulce contra Chivas en los cuartos de final, ante Rayadas, darle el pase a final, esos momentos son curitas al corazón después de lo que atravesé a lo largo de ocho u 11 meses.
De su gol 84 con el que igualó a Franco Jara y que marcó ante Tigres, sabía que sería un rival difícil, “si algo aprendí en este proceso es que por más que el camino sea complicado, hay que luchar hasta el final sin importar la situación, el gol de esa noche pese a las circunstancias y como se dio, fue especial, era algo que me motivaba a seguir compitiendo y peleando por un lugar dentro del equipo”.