Sí se puede, sí se puede se coreó y aplaudió a los atletas de capacidades diferentes para que alcanzaran a llegar a la meta, en la quinta Carrera Atlética Por la Inclusión y en su honor que se desarrolló ayer en Tulancingo, con punto de salida y meta frente al Museo del Ferrocarril.
En esta actividad el tache se lo llevaron los encargados de Deportes de la Presidencia Municipal, a quienes se les dificultó inflar el arco de salida y meta, así como la instalación del sonido, por lo que retrasaron la salida que estaba programada a las ocho de la mañana.
El banderazo de inicio lo dieron, Rosario Luqueño, Laura Medina y Yolanda Vera, entre otras integrantes del voluntariado del Centro de Rehabilitación Integral Regional de Hidalgo (CRIRH) en Santiago Tulantepec, organizadoras de la justa.
Fueron 350, entre niños y hasta personas de la tercera edad, los que protagonizaron la justa en distancias de cinco kilómetros, 400 y 800 metros, resaltando en la prueba más larga la figura de “Chabelito” (José Isabel Díaz) de 59 años, corredor especial, todo un icono en las justas locales, en las que participa desde hace más de 30 años.
También sobresalió el hecho de la familia González, quien empujando la silla de ruedas llevó al recorrido de los cinco kilómetros a Armando Esaúl, quien de igual forma se integró a la prueba de los 400 metros que fue ganada por Luis García, apoyado en sus muletas; en segundo Andrés Ramírez que iba apoyado por su mamá Lorena Hernández, y Luis Enrique Hernández que en su silla de traslado fue el más vitoreado.
Entre los más rápidos en los cinco kilómetros, el 1-2-3 fue para los integrantes del Club Kiwi.