Los Tuzos del Pachuca se coronaron este domingo como campeones del futbol mexicano por séptima ocasión; sin embargo, la mayor parte de los trofeos han sido levantados por los arqueros.
Todo comenzó en el Clausura 2006, cuando Miguel Calero levantó el título que acreditó a Pachuca como monarca mexicano por cuarta ocasión, luego de vencer al San Luis por marcador global 1-0, gracias a un tanto de penal en la vuelta de Richard Núñez.
Un año más tarde, y nuevamente en el Huracán, “El Cóndor” volvió a alzar la copa de la entonces Primera División. En aquella ocasión, Juan Carlos Cacho fue el héroe al marcar la anotación para marcar la diferencia, tras un golazo de tiro libre de Cuahtémoc Blanco.
Tuvieron que pasar nueve años para que el equipo de la Bella Airosa consiguiera un trofeo de liga, y los hizo, literalmente, de las manos de Óscar “El Conejo” Pérez.
En una noche en la que el dos veces mundialista se lució con más de siete atajadas fundamentales, y recibió el gafete tras una expulsión de Aquivaldo Mosquera, levantó al cielo de la Sultana del Norte el sexto entorchado de los Tuzos, luego de un gol en el tiempo agregado de Víctor Guzmán.
Este domingo, Óscar Ustari fue el encargado de pasar al final por su medalla de campeón, luego de una liguilla en la que detuvo dos penales, en semifinales y final, y continuar así con la racha de cuatro títulos consecutivos que son elevados por los porteros tuzos.