Carlos Moreno Luna, portero titular del Pachuca, compartió la gran responsabilidad que conlleva jugar bajo los tres postes, mencionó que el proceso para el guardameta suele ser de mayor tiempo a diferencia de otras posiciones dentro del campo.
“Ser portero es complicado, en otras posiciones puedes jugar algunos minutos, si bien no es fácil, es igual de complicado, con algunos minutos en el campo puedes dejar buenas sensaciones al técnico, o bien entrar adelante y hacer diferencia en algunas jugadas.
“En el arco es distinto, el común de los entrenadores es que suelen confiar en la experiencia, en porteros con más partidos jugados en la espalda, ya que de alguna manera puede ayudar a resolver situaciones”.
Por lo anterior, refiere que es difícil que un entrenador de la confianza a un portero joven, “el desarrollo del portero es un poco más tardado en el proceso a diferencia del resto de las posiciones que desde más jóvenes, “prueban las mieles de la Primera División, es complicado,se tienen que dar muchas situaciones para que un portero tenga la confianza, somos de los que menos margen de error pueden tener en la cancha”.
Por otra parte, recordó que su llegada al Club superó sus expectativas, aunque, reveló que tanto el, cómo niños que llegan a vivir este sueño, pasan por momentos difíciles al separarse de sus familias, sabía que no sería tan fácil, el estar lejos de su casa, de su familia, pero tenía la convicción de cumplir su sueño, trascender en el futbol.
“Los primeros días ya dentro del Club en el que ya no ves a tu familia y te quedas dentro de las instalaciones, provoca un llanto que viven varios jugadores al inicio, “unos más que otros, pero es algo normal en esa transición y son cosas que uno tiene que vivir”.