Es una máscara en la que los colores fosforescentes son una de sus características, aunque los símbolos van más allá de un adorno, son las vivencias y enseñanzas del luchador que la porta por camino al crecimiento espiritual y deportivo; su octava versión ya se exhibe en espera de ser estrenada en combate, en poco tiempo.
Es el lienzo que cubre el rostro de Crazy Boy, gladiador con más de 30 años en los cuadriláteros; quien considera que cada lucha en que ha dado le ha dejado una historia.
De pensamiento positivo, habla de que el actual confinamiento le ha dado tiempo para conocerse más, no vivir al día, no tan enfocado al trabajo; regresó a cosas importantes que le han servido en su carrera atlética una de ellas Dios, sin dejar a un lado la experiencia que le han dado las personas en el entorno que se ha desarrollado, apreciando cada día más a la gente que había dejado en el camino, conociendo sus necesidades, un ejemplo el señor que le lleva y arma el ring.
Mientras trabaja en casa con nuevos bríos e ideas, el luchador concluye que en la nueva etapa está cuidando su alimentación, así como seguir con vigencia en el público; el resultado de sus pensamientos y acciones lo plasmó en su nueva máscara.
El primer significado está a la altura de las mejillas que es un símbolo del éxito, a sabiendas que éste se logra con mucho trabajo, constancia, disciplina y mucha, mucha pasión, como lo hace en cada presentación, además habla de su lado de promotor, forjador de talentos y hasta mercadotecnia que lo caracteriza en sus eventos para ferias, que junto y gracias al equipo de trabajo tiene éxito.
Por otro lado, la parte de las flechas han prevalecido siempre, con poco cambio, el simbolismo es que son el trazo de sus objetivos hasta llegar al meta; así como en la frente señala al Arcángel Miguel que tiene que ver con su nombre de pila, además está relacionado a que es un gladiador técnico en pro de apoyar a los jóvenes y de la luche libre en Tulancingo, imperando que el bien siempre triunfa.
Otro es de la evolución, una X con flechas que la envuelven que hablan de movimiento, que ha tenido en su carrera deportiva, debido a que tiene metas en el ámbito internacional y proyectos con DTU, cuando se regrese a la acción.
Su aprendizaje ha tenido varios modelos, recuerda que cuando quería hacer su primera gira a Japón, trabajaba mucho y fue hasta que dejó de tomar, encomendándose a Dios y la Virgen de Guadalupe lo logro, lo que le dio sentido a la evolución de su máscara.
Otra transformación se dio cuando se lesionó, le decían que no regresaría tan bien, entonces le puso una C y una B con el dos de “al cuadrado” en la frente, cuando le preguntaba decía que había regresado reforzado.
Crazy Boy se inició en el deporte del pancracio a los ocho años, cuando su primo lo llevaba a ver los entrenamientos haciendo ejercicios, así estuvo dos años y medio, a los 15 años de edad debutó y hasta los 17 fue gladiador amateur; a los 18 fue a la Ciudad de México y buscó oportunidad en la Arena Naucalpan.
La primer a modificación de su máscara fue en el 20O0 cuando luchaba en AAA y ganó el Torneo Nacional de Novatos, para entrar al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), tuvo que pegar las fechas que las llevaba sueltas; otra cuando formó parte de los Mexican Powers entonces la careta lución símbolos Aztecas con tricolores.
La actual se la han chuleado recibiendo comentarios que esta bonita y elegante, sólo espera que en poco tiempo la pueda portar y mostrar ante su afición.