“Sin lugar a dudas, el luchador que más he admirado por su entrega, por su profesionalismo y por tener la máscara más espectacular de la lucha libre es el Santo, el “Enmascarado de Plata”.
Con una retrospectiva al pasado, Antonio Viornery, empresario de la Arena Afición de Pachuca relató a El Sol de Hidalgo, algunos de los pasajes que ha vivido junto con los aficionados en esta arena que ha dado cabida y vida al espectáculo de la lucha libre en la entidad.
Relató que uno de sus mayores orgullos es que los más grandes gladiadores de estirpe internacional, han actuado en el ring de esta leyendaria arena.
Recuerda la enorme expectación que causó André el Gigante con sus más de dos metros y 30 centímetros de estatura y que decir de elementos como Blue Demon, Rayo de Jalisco, Solitario, Aníbal, Ángel Blanco, Doctor Wagner y muchas estrellas más que se han convertido en leyendas de este deporte.
Así también, como haber visto crecer en esta arena a Místico en las luchas dominicales cuando apenas comenzaba su carrera, el más reciente sin duda Dragón Bané, quien desde niño al lado de su hermano y su padre formaba parte de la baraja luchística de la Afición y ahora esta en el firmamento de la Triple A.
MOMENTOS DE GLORIA
“En esta que ha sido mi casa de toda la vida he vivido momentos emocionantes, como fue el 25 aniversario, donde tuvimos la oportunidad de repetir la lucha estrella de la primera función, de Sugui Sito contra Cavernario Galindo, quienes inauguraron la arena el 31 de enero de 1952
El hecho que figuras de todos los calibres se quitaran las máscaras al saludar o al despedirse, porque a pesar de vivir en este mundo, me emocionaba por la confianza de ellos”.
Claro que también ha habido momentos de angustia, dijo, como una ocasión cuando Tigre Metálico se lanzó hacia atrás de la tercera cuerda y se golpeó en una ceja de cemento del piso y por poco no lo cuenta, cuando iba camino al hospital, en su inconciencia iba rezando encomendándose a Dios, eso nunca lo olvidaré porque iba al borde de la muerte.
El infarto del Brazo de Plata en el ring, es otro de los momentos más difíciles vividos en el coso, o la convulsión que sufrió luego de un golpe The Medic´s I, pero son gajes del oficio porque en este deporte el riesgote perder la vida o de una seria lesión está presente en todo momento, dijo.
“Mi mayor alegría y lo que más amo es que el público vaya a la arena y salga contento y que recuerde y platique lo vivido en ella”.
Destacó que la tradición de asistir a las funciones de lucha libre se hereda. “Conocí a muchas personas que llevaron a sus hijos a las funciones, los hijos llevaron a su vez a los suyos y ahora los nietos asisten en compañía de sus hijos, así, de generación en generación va pasando el gusto por este deporte”.
Finalmente dijo que los malos momentos pasarán pronto y las funciones regresarán con los mejores luchadores para olvidar la pesadilla que se vive en estos momentos. “Ellos ya quieren regresar a luchar, pero hay que esperar un poco más por el bien de todos”, finalizó.