Tras involucrarse en las artes marciales mixtas por aproximadamente cinco años, en Estados Unidos, el sensei Heriberto Pérez Hernández regresó a su natal Tulancingo hace ocho años, para emprender su propia escuela en este deporte de contacto, que le ha dejado muchas satisfacciones; pero la más importante, asegura, ha sido el fomento a un mejor modo de vida.
“El pasado 28 de junio cumplimos ocho años de haber iniciado; llevamos más de 13 años practicando las artes marciales”, señaló.
“El enseñar las artes marciales fue porque fui de una escuela a otra y no veía lo que había adquirido en Estados Unidos. Quise de alguna forma dar a la comunidad un poco de lo que aprendí en Estados Unidos, yo le llamó mi sueño mexicano, que es construir algo que tuve allá, pero en mi propio país, y creo que vamos por buen camino”, dijo en entrevista.
Aunque al principio no fue fácil, destacó que en estos ocho años, lo más importante ha sido de los padres de familia ante la disciplina que han adquirido los jóvenes y adultos.
Uno de sus alumnos destacados, por ejemplo, es Arturo Hernández, quien ya debutó profesionalmente en este deporte, “vienen otros alumnos que son muy buenos pero aun jóvenes para iniciar profesionalmente”.
“Lo que más me satisface es ver a muchos de mis alumnos crecer, cambiar, tener más confianza y con mejor aspecto físico. Se trata de crear un estilo de vida para tener una estabilidad mental, emocional y física, y nuestro propósito siempre será ayudar a la comunidad e impulsar a los chicos que gustan de este deporte”.
“No solo tengo que enseñar, tengo que apoyar y tengo que crear el camino para que esos alumnos lleguen y tengan éxito en este deporte”, concluyó.