Con dos orejas, Uriel Moreno “Zapata” terminó con la sequía de trofeos en el tercer y penúltimo festejo taurino de la feria San Francisco 2024, y salió en hombros de la Vicente Segura la noche del domingo 13 de octubre.
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Tuvieron que pasar hasta 13 astados para que por fin alguien pudiera merecer un gallardete, y fue el tlaxcalteca quien cortó la primera oreja en tres festejos, cuando compartió coso con Sultán, que aunque estuvo falto de fuerza, Zapata lo llevó con naturalidad. Al final, el metal fue la rúbrica con la que la autoridad le concedió el primer triunfo de la tarde.
Mejores primeros dos tercios tuvo en el segundo de su lote, Tabernero, a quien le concedió banderillas a una mano, mientras que en la faena hubo momentos en los que el dúo colaboró para que el respetable coreara los ole; sin embargo, fue hasta el segundo intento en la estocada que pudo culminar su actuación. Fue el graderío el que solicitó a la justicia igualar el premio del anterior, situación que fue concedida.
Previamente, fue el rejoneador Fauro Alói el que abrió los lotes, y en el primero estuvo acompañado de Chipotle, que lució a la par del centauro portugués, y mientras avanzaban los tercios se afianzaba más en el coso de Juan C. Doria; sin embargo, la mala fortuna llegó en el rejón de muerte, pues no acertó y se quedó solo con las palmas.
Para el segundo, Mestizo, Alói hizo gala de buen trabajo con las banderillas cortas para adornar al astado, y colocó a dos manos para que el público se pusiera de pie. Como si fuera una repetición de su anterior actuación, nuevamente el metal final le dejó sin la oportunidad de optar por un reconocimiento a su presencia, a pesar de que el público lo solicitó al juez.
Otro que se dio cita en la Vicente Segura fue Arturo Saldívar, quien no tuvo fortuna en ninguna de sus dos presentaciones. En la primera, en conjunto con Capotito, hubo buenas sensaciones en el tercio del medio, pero la estocada erró; en tanto, con Plomero, la situación no mejoró, y ocupó hasta seis intentos para poner fin a su presentación.
Quien cerró el festejo fue Arturo Gilio, que tuvo de frente a Gladiador, astado que mostró maneras en el coso, pero que el matador no aprovechó para ganarse un trofeo.
Fue el segundo, Piconero, el acompañante que dio revés, por momentos, a las intenciones de Gilio, quien intentó llevar al toro a un binomio con ritmo para la faena. Al final, el respetable le reconoció el esfuerzo al matador con palmas.