Luz María Olvera Suárez, ex atleta hidalguense de judo compartió “Los retos de las Mujeres en el Deporte” en el aula de capacitación de la Secretaria Ejecutiva de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH), dando inicio con el ciclo de conferencias que la dependencia organizó en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
La tarde del lunes 4 de marzo, la seis veces medallista de oro en la Olimpiada Nacional del 2008 al 2014, contó ante los asistentes, entre ellos alumnos del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos (CECYT) 16 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) parte de su trayectoria como deportista, explicando que se puede combinar la escuela y el deporte, con otras actividades a pesar de que en ocasiones exista algún tipo de desigualdad como a la que se enfrentó a lo largo de su trayectoria.
Refirió que desgraciadamente, no había la misma igualdad de apoyo, debido a que en ocasiones preferían llevar a los concursos a los varones en lugar que a las mujeres a pesar de que ellas llevaran mejores resultados.
“Siempre los ponían por encima de nosotras o muchas veces nos decían, pueden ir tres de ustedes si van también tres niños, entonces mi entrenadora siempre luchó a contracorriente y era algo muy difícil”, dijo.
Precisó que la discriminación y la falta de igualdad de la mujer en el deporte siempre han existido a pesar de que son las que más destacan en ámbitos como el judo, el futbol o el Taekwondo, por lo que lamentó que algunas de sus compañeras no hayan sido debidamente reconocidas por su desempeño: “Desmeritan nuestro trabajo cuando nostras también hacemos todo para lograr un resultado”, expresó.
Otro de los retos a los que se enfrentó la tres veces subcampeona panamericana en los años 2013, 2017 y 2020, fue cuando nació su primer hijo en el año 2015, etapa en la que tuvo que sobrellevar sus entrenamientos con sus estudios sabatinos en terapia física y su maternidad, así como en el año 2020 cuando se enfrentó a una pérdida familiar y a diversos cambios de su equipo multidisciplinario, lo que la llevó a una profunda depresión que poco a poco supo sobrellevar con ayuda incluso del mismo deporte: “Tenemos momentos malos, nos ganan las emociones pero un mal torneo no te define como deportista”, aseveró.
Por ello, finalmente recomendó a las madres deportistas tener redes de apoyo con amigas, hermanas y madres sin sobrepasar el nivel de confianza o de responsabilidad para seguir con sus sueños: “Algunas personas lo ven egoísta pero yo siento que no, muchas mamás han dejado sus sueños por dedicarse a sus hijos y al final se arrepienten, lo que les diría es que lo pueden combinar muy bien”, concluyó.