¿Cómo es una transmisión automática?

La característica principal de la transmisión automática es que realiza el cambio de marchas de forma autónoma a medida que el vehículo se mueve, de tal forma que libera al conductor hacerlo manualmente.

Componentes

· Convertidor de par

Transmite la fuerza del motor a la caja con ayuda de dos turbinas

· Depósito de aceite

Aquí se genera presión para que la caja produzca los cambios

· Engranes

Constituyen las velocidades; se acoplan y desacoplan con frenos y embragues de discos accionados por presión hidráulica

· Gobernadora

Válvula encargada de regular la presión y la fuerza centrífuga del eje de salida que entra en contacto con la caja de las válvulas

· Caja de válvulas

Activa el funcionamiento de la caja automática.

Funcionamiento

v El motor se conecta en la campana, que contiene un convertidor de torque, en lugar de clutch

v Para que el convertidor genere movimiento de los engranes requiere del líquido de transmisión

v El líquido de transmisión genera fuerza circular y al pasar por las hélices de la turbina, crea presión sobre la misma.

v Cuando el volumen se incrementa o disminuye, los diversos clutches y bandas de freno cambian la relación de engranes

Posición de la palanca

En un vehículo automático, este mando suele estar marcado con letras y colocado en el suelo o en la columna de dirección del volante. También tiene un interruptor que hay que apretar al mismo tiempo que se pisa el pedal del freno para seleccionar la marcha.

Destacado superior

Por seguridad

El accionamiento de arranque de motor en este tipo de transmisiones solo es posible cuando la palanca se encuentre en P o N, incluso es imposible sacar la llave si no está en Parking.

No la descuides

La reparación de una transmisión automática resulta muy costosa a diferencia de la manual. Por ser un sistema complejo, tanto el uso frecuente como los hábitos de manejo del conductor influyen directamente en su funcionalidad.

Así, una caja de cambios puede tener muchos años y funcionar perfectamente si se le dio un trato adecuado y mantenimiento oportuno; en cambio, una transmisión maltratada u olvidada, sin duda, provocará muchos dolores de cabeza.

· Revisa el líquido de transmisión

Así como el motor necesita aceite, la caja automática requiere líquido de transmisión, el cual es normalmente verde o rojo para diferenciarlo de otro tipo de aceites. Se recomienda cambiar el líquido cada 20 mil kilómetros o antes si presenta alguna anomalía.

· Evita sobrecalentamientos

Como la mayoría de las cajas automáticas cuentan con componentes electrónicos, el calor es fatal. Por otro lado, el sobrecalentamiento también afecta el desempeño del líquido de transmisión, el cual se descompone rápidamente a altas temperaturas altas, lo que puede acortar la vida de la transmisión.

· Ubica si hay goteras

Si detectas ruidos o dificultad a la hora de hacer los cambios, debes checar si no hay alguna gotera y revisar de qué color se trata. Si es este caso, deberás llevar tu auto a un chequeo general.

· Revisión anual

Cada año se debe realizar una prueba para revisar el funcionamiento de la transmisión y así evitar posibles daños futuros. Es importante revisar físicamente la caja de cambios, posibles fugas, residuos por desgaste de elementos internos y otros inconvenientes que puedan presentarse por el constante uso.