Sao Paulo.- El escritor brasileño Rubem Fonseca, ganador del premio Camoes y uno de los principales exponentes de la literatura de Brasil, falleció este miércoles a los 94 años tras sufrir un infarto en su residencia en Río de Janeiro, informó su familia.
De acuerdo con familiares, Fonseca sufrió un infarto durante una comida en su apartamento y llegó a ser trasladado a un hospital del barrio de Botafogo, en la zona sur de Río de Janeiro, pero llegó sin vida al local.
Fonseca, natural de la ciudad de Juiz de Fora (sureste) y quien cumpliría 95 años el próximo 11 de mayo, fue uno de los autores latinoamericanos más influyentes del sigo XX y renovó la literatura brasileña con su lenguaje directo, que moldearía diversas generaciones de escritores.
Entre los diversos galardones que recibió a lo largo de su trayectoria profesional se destacan el Premio Camoes en 2003, otorgado a autores que escriben en lengua portuguesa; el ahora extinto Premio Juan Rulfo, que Fonseca recibió en el mismo año de las manos del colombiano Gabriel García Márquez; y el Machado de Assis en 2015, uno de los principales galardones de la literatura brasileña.
Entre su extensa obra figuran libros como los cuentos de "Lucia McCartney" (1967) y "Feliz año nuevo" (1975), además de las novelas "El caso Morel" (1973), "Agosto" (1990), y "El gran arte" (1983), considerado por muchos la obra maestra del autor.
Marcada por su estilo ácido, violento, seco y directo, con buenas dosis de erotismo, la obra de Fonseca atravesó generaciones y ha sido blanco de diversas polémicas a lo largo de las décadas.
La más reciente fue hace pocos meses, cuando la Gobernación del norteño estado brasileño de Rondonia ordenó la retirada de las escuelas públicas de decenas de libros clásicos de la literatura nacional por su contenido "inadecuado", aunque dio marcha atrás después de la ola de críticas que recibió.
La lista incluía diversos volúmenes de Fonseca y otros autores consagrados de la literatura brasileña, como Mário de Andrade, Machado de Assis o Euclides da Cunha.
En ese sentido, Fonseca siempre admitió el uso de un lenguaje "obsceno" en sus publicaciones y defendió que los escritores no pueden "discriminar las palabras".
"Yo escribí 30 libros. Todos llenos de palabras obscenas. Nosotros los escritores no podemos discriminar las palabras. No tiene sentido que un autor diga 'eso no lo puedo usar'", sentenció en la ceremonia de premiación del galardón Machado de Assis, otorgado por la Academia Brasileña de Letras, en 2015.