Si estás en Real del Monte y todavía tienes ganas de seguir explorando, hay tres tesoros muy cercanos que no puedes dejar pasar; se trata de los municipios Omitlán, Mineral del Chico y Huasca de Ocampo.
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Cada uno de estos pueblos del Corredor de la Montaña, tienen un encanto único y muchas actividades que te permitirán seguir disfrutando al máximo.
Omitlán
Es el lugar ideal para quienes buscan un toque auténtico de la vida rural hidalguense, con paisajes de montañas y bosques frondosos, aquí puedes relajarte en medio de la naturaleza o visitar el centro para probar las deliciosas gorditas de horno que venden en la plaza. Su ambiente tranquilo hace que cada rincón te invite a detenerte y admirar el paisaje.
Entre sus principales atractivos puedes conocer la Piedra de Comal que gracias a su forma de comal recibe ese nombre; se cree se trata de un meteorito que cayó en este lugar.
También puedes visitar la cascada de Bandola una de las más bellas del estado, ubicada en medio bosque y con una altura de aproximadamente 30 metros.
O puedes sacarte muchas fotos y leer los cientos de dichos escritos en el famoso Callejón del Cicho que se extiende a lo largo de 130 metros de recorrido.
Mineral del Chico
Si te gusta la aventura y estar rodeado de naturaleza, Mineral del Chico es el lugar para ti. Empezando por el Río El Milagro donde además podrás ver las cascaditas que adornan el lugar y relajarte con el sonido del agua corriendo entre las rocas y el verde que lo rodea te hará sentir en plena conexión con la naturaleza.
Si prefieres un poco de adrenalina y buenas vistas, debes ir a la Peña del Cuervo, Esta formación rocosa es el lugar perfecto para quienes disfrutan del senderismo y las panorámicas impresionantes.
Para un plan más relajado, la Presa El Cedral es ideal, aquí puedes pasar un día de tranquilidad, paseando en lancha, disfrutando de la comida típica en los alrededores, acampando o simplemente caminando por los senderos que rodean la presa.
Huasca de Ocampo
El primer pueblo mágico de México, tiene un aire de cuento que te va a encantar. Puedes comenzar visitando el Bosque de las Truchas, un sitio encantador rodeado de naturaleza, con lagos llenos de truchas donde incluso puedes pescar para después comer tu propia trucha. Además, hay actividades como paseos en lancha y tirolesa, perfectas para pasar un día de aventura y diversión.
Los Prismas Basálticos son uno de los paisajes más impresionantes de la región. Estas columnas geométricas, formadas naturalmente hace millones de años, crean un escenario digno de admirarse.
Para algo más misterioso, visita el Museo de los Duendes que te llevará a un mundo lleno de leyendas y mitos locales. Se dice que en Huasca hay una fuerte conexión con lo sobrenatural, y este museo te cuenta todas las historias de avistamientos y encuentros con estos seres pequeños y traviesos que, según cuentan los locales, cuidan los bosques y las montañas.