El mes de octubre ha marcado un punto clave para los temas legislativos y de rendición de cuentas en Hidalgo. Entre los logros más importantes, se aprobó por unanimidad la reforma constitucional en materia de salarios, un paso fundamental para garantizar condiciones laborales más justas y dignas. La mejora del salario mínimo no solo incrementa el poder adquisitivo de los trabajadores, reduciendo la pobreza y la desigualdad, sino que también estimula el consumo interno, lo que fortalece la economía local. Esta reforma tiene el potencial de fomentar la formalización laboral, facilitando el acceso a beneficios sociales y prestaciones, mientras incentiva la productividad de las empresas. Sin embargo, su éxito dependerá de cómo se implemente y de la capacidad del Estado para garantizar su cumplimiento.
En paralelo, las comparecencias de las secretarías del gobierno estatal han arrojado un balance positivo en diversos sectores. En la Secretaría de Gobierno, se destacaron esfuerzos por modernizar la administración pública, con avances como la instalación de ventanillas de pago y la impresión de actas en lenguas indígenas, braille y género no binario. Estas innovaciones, junto con la realización de más de 160 mil trámites en todo el estado, reflejan un compromiso con la inclusión y el acceso equitativo a los servicios gubernamentales. No obstante, para que este progreso sea sostenible, será crucial que los esfuerzos lleguen a las comunidades más marginadas, donde aún persisten barreras para acceder a estos beneficios.
El empoderamiento de las mujeres ha sido otro punto relevante en el informe. Con un presupuesto de 66 millones de pesos, se han ofrecido más de 160 mil servicios a unas 50 mil usuarias. Este es un avance destacable en la protección y promoción de los derechos de las mujeres, aunque queda mucho por hacer. El reto será garantizar que estos programas no solo persistan, sino que se amplíen y adapten a las necesidades cambiantes de este sector.
En el ámbito financiero, la Secretaría de Hacienda, liderada por Esther Ramírez Vargas, ha logrado un incremento del 8.6% en los ingresos estatales para 2024, sin la creación de nuevos impuestos. Este resultado, impulsado por un crecimiento del 36% en ingresos propios, coloca a Hidalgo como una de las entidades con mejor desempeño recaudatorio. Este éxito no debe llevar al conformismo, ya que el verdadero desafío será traducir estos ingresos en mejoras palpables para la población. La clave estará en la gestión eficiente de los recursos y en priorizar las inversiones que generen el mayor impacto social.
El sector educativo también mostró avances significativos. Natividad Castrejón Valdez, secretario de Educación Pública, subrayó la atención brindada a casi un millón de estudiantes, destacando la entrega de calzado y lentes gratuitos, así como becas para estudiantes de educación superior. Estas acciones son esenciales para garantizar la equidad, pero deben ir acompañadas de una mejora en la calidad educativa y en la infraestructura de las escuelas, que son factores igualmente críticos para el desarrollo a largo plazo de la juventud hidalguense.
En cuanto a la seguridad, Salvador Cruz Neri, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, destacó el avance en la profesionalización de los cuerpos policiales, con el Certificado Único Policial obtenido por el 80% de los agentes estatales, superando ampliamente el desempeño de administraciones anteriores. Sin embargo, la lucha contra la delincuencia requiere una estrategia más integral, que vaya más allá de la modernización de equipos y cuarteles. Se necesitan políticas de seguridad que combinen la prevención del delito con el fortalecimiento del tejido social, para atacar las causas estructurales de la violencia.
Finalmente, en el área de procuración de justicia, Francisco Ángel Fernández Hasbun, titular de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo, informó sobre avances importantes en la implementación de tecnologías, como el portal de denuncias en línea, y la creación de unidades especializadas. Sin embargo, la reducción del feminicidio en un 53% no debe ser motivo de complacencia; aún hay retos enormes en el acceso a la justicia y en la reducción de la impunidad.
En resumen, los avances presentados son alentadores y demuestran un esfuerzo serio por modernizar la administración pública y mejorar los servicios a la ciudadanía. Sin embargo, la verdadera prueba estará en la capacidad del gobierno para mantener estos programas y asegurar que los recursos se utilicen de manera eficiente y equitativa. La crítica constructiva aquí es clara: si bien los logros son evidentes, el enfoque debe estar en el impacto duradero y en la mejora continua, evitando caer en la tentación de celebrar cifras sin atender las necesidades de fondo. El futuro de Hidalgo depende no solo de los avances que ya se han logrado, sino de la capacidad para sostenerlos y ampliarlos en beneficio de todos los hidalguenses.
