Pachuca, Hidalgo.- El pasado 19 de septiembre, a la 1:16 de latarde, miles de personas salieron a las calles al escuchar elsonido de la alerta sísmica. Se trató de un simulacro en el marcode la conmemoración del primer aniversario del terrible sismo quevivimos en 2017 y a 33 años del temblor que marcó la vida de todauna generación en nuestro país. Este simulacro fue de granutilidad para preparar a las personas en caso de un desastrenatural, enseñarles cómo reaccionar y cuáles son los pasos aseguir para ponerse a salvo, no obstante, no basta con estarpreparados, hay mucho más que las autoridades pueden hacer paraaminorar los daños y las vidas que cobra un suceso de estamagnitud. Tras el sismo de 1985 se crearon en la normatividad lasfiguras de Director Responsable de Obra y Corresponsable enSeguridad Estructural, con el objeto de garantizar que laconstrucción de edificios y viviendas en la ciudad se llevaran acabo respetando la ley. Tal como lo ha documentado “Mexicanoscontra la corrupción”, con el tiempo estas figuras comenzaron acorromperse y lo que era una medida para prevenir más pérdidashumanas se convirtió en una catástrofe que quedó evidenciadatras el sismo del año pasado. Tan solo en la Ciudad de Méxicomurieron 228 personas en edificios colapsados, de las que unimportante porcentaje pudieron haberse evitado si se respetara laley en materia de construcciones. En este sismo resultaronafectadas más de 5 mil 700 viviendas en todo el país, de lascuales 2 mil 273 se perdieron en su totalidad y por lo menos 200carpetas de investigación fueron iniciadas ante las muertes ydaños ocasionados por la negligencia de constructores yautoridades que buscando una utilidad pusieron en riesgo vidashumanas. No podemos voltear la mirada hacia estos temas solo cuandoocurre un sismo o cuando conmemoramos un hecho tan lamentable comoel ocurrido hace un año. Todas las ciudades crecen cada día,basta mirar a nuestro alrededor para ver la manera desordenada enla que la mancha urbana va avanzando y consumiendo nuestrosrecursos naturales, por ello es importante hacer una revisiónminuciosa en la legislación en materia de planeación urbana,desarrollo metropolitano, vivienda y construcción, así comogenerar esquemas que eviten la corrupción y que la castiguenseveramente. No podemos seguir permitiendo que las consecuencias deun desastre natural se agraven porque somos permisivos con lacorrupción.
/ domingo 23 de septiembre de 2018