/ jueves 14 de julio de 2022

Sin seguridad no hay país 

El pasado viernes una mujer fue ejecutada en las escaleras del interior del Mercado Miguel Hidalgo de Pachuca, sitio que se conoce como "La Fayuca". Al respecto, las autoridades estatales mencionaron que se trató de un ataque directo, lo cierto es que esta situación se suma a la ola de homicidios, violencia y ejecuciones registradas en el país.

Según la fiscalía estatal, se están analizando videos y se integran los indicios que aporten mayor información. Además, que se indaga sobre antecedentes que involucren a la víctima en probables hechos delictivos, lo que fue un acierto es no replicar el discurso de que "son hechos aislados”, pues los hidalguenses ya no creemos esa frase.

Hasta mayo, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública -que se basan en los datos de las fiscalías estatales - se habían iniciado 124 carpetas por homicidios dolosos y a nivel nacional 10 mil 726, con estos números se reveló que se trata del mes violento en lo que va del año.

En junio y julio, se han suscitado hechos muy lamentables a nivel nacional: como el cobarde asesinato de dos padres jesuitas en la Sierra Tarahumara, y el pasado fin de semana la ejecución de seis miembros de una familia en una fiesta en Guanajuato, que revelan que el tema de seguridad se ha salido de las manos del gobierno federal.

Sin una estrategia clara y con hechos cada vez más violentos, incremento de la criminalidad, una impunidad peor que en cualquier gobierno del pasado, hacen necesario un cambio de estrategia, urge que podamos levantar la voz como ya lo han pedido diversos integrantes de la sociedad mexicana entre activistas, religiosos y especialistas. De no hacerlo se corre el riesgo de un Estado fallido, sin seguridad no hay país.

Hidalgo no es la excepción, muertes, desapariciones forzadas, balaceras, extorsiones y otros delitos, deben alertar a las autoridades para que a falta de una estrategia por parte del gobierno federal se diseñe e implemente una estrategia integral estatal para combatir el crimen, pero también para atender las causas origen de la desigualdad, la falta de oportunidades y lograr con ello la recomposición del tejido social.

El gobierno estatal saliente brilló por su falta de atención y estrategia en el combate a la inseguridad, en muchos casos dejaron a la deriva a las policías municipales y no se contó con el apoyo necesario, probablemente hicieron falta los 800 millones de pesos que desaparecieron por arte de magia de la administración, que por supuesto muchos dudamos que hubiera desconocimiento por parte de las autoridades respecto a la solvencia de la caja de ahorro en que guardaron el dinero y que hoy dicen recuperarán, pero que cualquiera sabe que eso no pasará, pero eso es otra historia.

La percepción de inseguridad es alta entre los ciudadanos y es evidente que las autoridades ya han sido rebasadas, a tal grado que la iglesia católica inició con la jornada de oración por la paz, en la que piden, entre otras cosas, a Andrés Manuel López Obrador, que revise si su estrategia ha sido efectiva, pues "los abrazos, no balazos" nunca han funcionado ni funcionarán, al menos para que los ciudadanos nos podamos sentir más seguros porque para los delincuentes, esa estrategia les cayó como anillo al dedo para seguir haciendo de las suyas.

Sin seguridad no hay ni habrá país.