/ miércoles 10 de agosto de 2022

Riesgo del T-MEC, riesgo de México

En días pasados se inició el proceso de Consultas en el marco del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por las acciones del gobierno de México, que, a vistas de nuestros socios, son consideradas discriminatorias y que afectan la libre competencia, principalmente del sector energético. Argumentan que se incumple lo firmado en el tratado, las Consultas son un mecanismo de solución de controversias mediante el diálogo, de no alcanzar acuerdos se pasa a una segunda fase, la conformación de una Comisión; y en una tercera y última, un Panel que emitiría un informe final.

Si el informe se incumple, Estados Unidos y Canadá tendrían el derecho de reclamar una compensación multimillonaria o imponer aranceles a productos clave mexicanos, los cuales podrían representar enormes pérdidas económicas para nuestro país. Los afectados serían productos manufacturados, pero, sobre todo, productos agrícolas. Esto traería una gran pérdida de empleos en el país, dañando la economía de miles de familias. El golpe sería catastrófico a nuestra economía.

Según datos de la Secretaría de Economía, en 1994 cuando se firmó el tratado antecesor, el TLCAN, México exportaba $60,882 Millones de dólares anuales. En 2021 se exportaron $494,764 millones de dólares, un crecimiento de las exportaciones del 812%, el sector exportador representa el 17% del PIB y 9.3 millones de personas ocupadas. Crecimiento envidiado por muchos países.

México pasó de ser un país exportador de materias primas a convertirse en un país manufacturero, actualmente el 87% del total de lo exportado son manufacturas. Además de la creación de un gran y dinámico sector automotriz, empleando a 1 millón de personas. En 2021, las exportaciones agrícolas a EEUU alcanzaron un máximo histórico, convirtiendo a México en su principal proveedor de productos agrícolas.

El Gobierno de México debe enfocarse sin sesgos ideológicos y atender la gravedad del proceso. Deben considerarse acciones contundentes: dar marcha atrás a la reforma de la Ley de la Industria Eléctrica. Frenar las barreras, demoras y revocaciones de permisos que tienen las empresas privadas del sector energético. Eliminar el decreto hecho en junio pasado por el que la Secretaría de Energía obligaba a las empresas a comprar gas natural a Pemex y a CFE.

El T-MEC es el pilar de una economía de América del Norte robusta e inclusiva, es un modelo global de competitividad, ayuda a los tres países a alcanzar niveles sin precedentes de colaboración y comercio.

Las acciones del gobierno de México en el marco de las consultas deben ser con responsabilidad, prudencia y sensatez. No se puede ni debe poner en riesgo el futuro de México.


En días pasados se inició el proceso de Consultas en el marco del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por las acciones del gobierno de México, que, a vistas de nuestros socios, son consideradas discriminatorias y que afectan la libre competencia, principalmente del sector energético. Argumentan que se incumple lo firmado en el tratado, las Consultas son un mecanismo de solución de controversias mediante el diálogo, de no alcanzar acuerdos se pasa a una segunda fase, la conformación de una Comisión; y en una tercera y última, un Panel que emitiría un informe final.

Si el informe se incumple, Estados Unidos y Canadá tendrían el derecho de reclamar una compensación multimillonaria o imponer aranceles a productos clave mexicanos, los cuales podrían representar enormes pérdidas económicas para nuestro país. Los afectados serían productos manufacturados, pero, sobre todo, productos agrícolas. Esto traería una gran pérdida de empleos en el país, dañando la economía de miles de familias. El golpe sería catastrófico a nuestra economía.

Según datos de la Secretaría de Economía, en 1994 cuando se firmó el tratado antecesor, el TLCAN, México exportaba $60,882 Millones de dólares anuales. En 2021 se exportaron $494,764 millones de dólares, un crecimiento de las exportaciones del 812%, el sector exportador representa el 17% del PIB y 9.3 millones de personas ocupadas. Crecimiento envidiado por muchos países.

México pasó de ser un país exportador de materias primas a convertirse en un país manufacturero, actualmente el 87% del total de lo exportado son manufacturas. Además de la creación de un gran y dinámico sector automotriz, empleando a 1 millón de personas. En 2021, las exportaciones agrícolas a EEUU alcanzaron un máximo histórico, convirtiendo a México en su principal proveedor de productos agrícolas.

El Gobierno de México debe enfocarse sin sesgos ideológicos y atender la gravedad del proceso. Deben considerarse acciones contundentes: dar marcha atrás a la reforma de la Ley de la Industria Eléctrica. Frenar las barreras, demoras y revocaciones de permisos que tienen las empresas privadas del sector energético. Eliminar el decreto hecho en junio pasado por el que la Secretaría de Energía obligaba a las empresas a comprar gas natural a Pemex y a CFE.

El T-MEC es el pilar de una economía de América del Norte robusta e inclusiva, es un modelo global de competitividad, ayuda a los tres países a alcanzar niveles sin precedentes de colaboración y comercio.

Las acciones del gobierno de México en el marco de las consultas deben ser con responsabilidad, prudencia y sensatez. No se puede ni debe poner en riesgo el futuro de México.