"El comandante del Pueblo", "el héroe del sombrero alón","El Señor de la Vanguardia", "El Héroe de Yaguajay", Así fue conocido en Cuba.

Camilo Cienfuegos dejó una huella indeleble en su vida como revolucionario. Siendo hombre de pueblo, siempre contó con una fuerte presencia entre los pobladores de la isla.

Cuando se reunía con el pueblo, ya sea para platicar, comerse una fruta con jovialidad, o para comentar acerca de las injusticias que vivían, era difícil pensar que en la guerrilla, su comportamiento era de valentía, y serenidad encabezando a su contingente armado.

Camilo Cienfuegos nació en Lawton, La Habana, el 6 de febrero de 1932.

Cuando el 10 de marzo de 1952, Fulgencio Batista encabezó un golpe de Estado, Cienfuegos y un grupo de estudiantes universitarios se allegaron armas para oponerse a la dictadura.

Sin embargo, por penurias económicas abandonó sus estudios y viajó a Estados Unidos. Participó en diversas manifestaciones y escribió para el periódico La voz de Cuba un crítico artículo contra Batista titulado “Identificación Moral”.

En 1955 en San Francisco fue detenido y deportado a Cuba, incorporándose a las luchas estudiantiles, resultando herido en una manifestación de protesta.

Una y otra vez fue golpeado y apresado por Buró para la Represión de Actividades Comunista y fue fichado como comunista.

El exilio fue su destino y viajó nuevamente a los EU y en septiembre de 1956 estando en México, hizo contacto con Fidel Castro, quien organizaba la expedición que regresaría a Cuba a luchar contra el régimen de Batista.

Cienfuegos entró en combate por vez primera en Alegría de Pío, el 5 de diciembre de 1956

Un año después, en 1957, se creó la columna número 4, hija de la columna madre “José Martí”, a cargo del comandante Ernesto Che Guevara. Tras el triunfo de la Revolución Cubana, Cienfuegos formó parte del alto mando del Ejército Revolucionario como su jefe supremo.

Cienfuegos era muy querido por su humildad y sonrisa franca, incluso se llegó a comparar su popularidad con la de Fidel Castro.

El 28 de octubre de 1959, Cienfuegos falleció en un accidente de aviación mientras retornaba de Camagüey a La Habana

Nunca se encontraron los restos de Cienfuegos ni los de su avión,

"Camilo fue el compañero de cien batallas, el hombre de confianza de Fidel en los momentos difíciles de la guerra y el luchador abnegado que hizo siempre del sacrificio un instrumento para templar su carácter y forjar el de la tropa”.

Escribió el Che Guevara.