Pachuca, Hidalgo.- Cuando pensamos en violencia y delitos enMéxico inmediatamente volteamos la mirada hacia la delincuenciaorganizada y los estragos que este mal ha dejado en nuestrasociedad. Sin embargo, la manera inmediata en cómo la violencia semanifiesta en nuestras familias es a través de los delitosllamados del fuero común, es decir, aquellos que se cometen demanera cotidiana como robos a casa habitación, asaltos en la víapública, lesiones en riña, extorsiones telefónicas, entre otros.Este tipo de delitos es tan importante como cualquier otro, todavez que va dañando el tejido social, hasta que modifica lospatrones de comportamientos de colonias, regiones y hasta ciudadescompletas, de manera particular cuando no se denuncia yconsecuentemente no recibe castigo. Esto seguramente le resultafamiliar. ¿Quién no tiene a algún amigo o conocido que ha sidoasaltado en la calle, que han entrado a robar a su domicilio o harecibido una agresión de algún vecino y no denuncia por diversosfactores como el miedo y la desconfianza? Todos estos delitos quequedan en el anonimato conforman lo que se conoce como cifra negray son medidos cada año por el Instituto Nacional de Estadística yGeografía (INEGI) a través de la Encuesta Nacional deVictimización y Percepción sobre Seguridad Pública. De esteestudio se desprende que tan solo en 2017 se cometieron alrededorde 33 millones de delitos, mientras que la tasa del índice de nodenuncia supera 90%. Después del robo o asalto en la calle otransporte público la extorsión es el delito más recurrente, con24.2% del total de los delitos ocurridos cada año. Tan solo en2016, el costo total de la inseguridad y el delito en hogaresrepresentó cerca de 230 mil millones de pesos, es decir 1.1% delProducto Interno Bruto, lo que equivale a alrededor de 5,647 pesospor persona afectada. El INEGI ha determinado que 33.1% de lapoblación no denuncia porque considera que es una pérdida detiempo y alrededor de 16% porque no confía en la autoridad. Paraatender este problema es importante volver la mirada a laPrevención Social de la Violencia y la Delincuencia, tema sobre elque propuse una Ley General que fue aprobada en 2012 y que brindaun marco normativo para el diseño de una política pública queatienda este fenómeno desde las causas que lo producen. Todapolítica de seguridad pública debe tener un enfoque preventivo,multidisciplinario e interinstitucional para que estén incluidasacciones en materia de Desarrollo Urbano, Desarrollo Económico,Vivienda, Educación, Cultura, Deporte, Salud, entre otras. Deigual manera, es fundamental fortalecer los mecanismos alternos desolución de controversias y difundirlos para que la ciudadaníasepa que no necesariamente debe enfrentar un juicio para que le seareparado el daño a través de un acuerdo entre las partes. Laviolencia y la inseguridad nacen en las calles, en el día a día eincluso al interior de las familias, y posteriormente vaevolucionando hasta que se convierte en un fenómeno que incide entoda la sociedad, por ello es importante conocer sus causas paraprevenirla y atenderla oportunamente, lo que sin duda mejoraránuestra convivencia y consecuentemente disminuirá esa cifra negraque daña a todos por igual.
/ domingo 30 de septiembre de 2018