En días pasado se dio la noticia del encuentro entre el presidente de México y las empresas mexicanas y estadounidenses que constituyeron parte del CEO Dialogue, y que como resultado se anunciaron inversiones por 40,000 millones de dólares, de aquí́ hasta el 2024, en el sector energético.
El CEO Dialogue fue creado en 2013 por el Consejo Coordinador Empresarial de México y la U.S. Chamber of Commerce, Cámara de Comercio de los Estados Unidos con el propósito de fomentar la interacción institucional de alto nivel entre empresarios de los dos países.
La reunión logró resultados satisfactorios, ya que ante el reclamo de las empresas estadounidenses acerca de que México debe privilegiar las condiciones favorables para las empresas, de acuerdo con el T-MEC, el presidente aseguró que las inversiones van hacia adelante y ofreció́ el compromiso del Gobierno de México para propiciar las condiciones para la inversión.
Un país debe permanentemente realizar inversiones, públicas y privadas, tanto nacionales como extranjeras. En la medida que un país incremente sus inversiones, podrá haber un mayor desarrollo en diversos campos de la sociedad, no solo económicos, sino de áreas tan amplios y variadas como la educación y la salud.
Las condiciones para la inversión son muchas y variadas para un país, o un estado como Hidalgo. Antes que todo debe haber seguridad de la inversión, nadie quiere arriesgar su capital sin garantías, en eso los gobiernos deben ser muy claros, debe haber certidumbre jurídica y legal, un trato justo y legal, cuidando no permitir abusos de empresas o gobiernos. Es muy importante establecer un estricto respeto a la propiedad privada, no solo de empresas, sino de ciudadanos y organizaciones.
Con la seguridad del marco legal, entonces los demás incentivos incrementarán la atracción para invertir: la importancia del mercado interno, las facilidades en trámites gubernamentales, estímulos fiscales, etc.
El gobierno debe invertir en construir infraestructura, eléctrica, carretera, ferroviaria, portuaria, hídrica, en sí, hacer atractiva la inversión y que a su vez estas obras también tengan un gran impacto y beneficio a las poblaciones y sociedad.
También aprovechar nuestras fortalezas, como son el mercado laboral, joven y capacitado, los tratados de libre comercio que ya existen, el desarrollo de mercados locales, sistemas de apertura rápidas de empresas, parques industriales ya construidos, etc.
La inversión, dirigida, controlada y sabiamente aprovechada, nos dará grandes beneficios en diversos sectores de la sociedad, y permitirá que México pueda desarrollar su gran potencial y el bienestar al que todos aspiramos.