/ viernes 6 de septiembre de 2024

Hasta la cocina / Pozole bendito que nos das Patria 

¿Qué sería del mes de la Patria sin el maravilloso pozole….? Plato emblemático de estas fiestas, el pozole es muy rendidor y es colorido: lo hay rojo, blanco y verde cual nuestro lábaro patrio. Puede ser de diferentes carnes: cerdo, pollo, gallina o res… incluso hasta vegetariano o vegano.

Qué dirían los creadores del pozole, Los Aztecas, quienes tras los rituales de sacrificio en los que se ofrecían los corazones de la víctima a los dioses, cocían el resto del cuerpo con maíz y era repartido entre todos los participantes en una especie de acto de comunión o sólo entre determinados sacerdotes.

Según los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, refieren que dicho manjar era hecho con carnes humanas, y según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana “sabía cómo la del cerdo”. Y justo esa similitud de sabor hizo que el cerdo tuviera gran aceptación entre los recién conquistados. Cabe mencionar que este no era un canibalismo como lo podemos entender hoy en día. Más bien era un tema ritual de acuerdo a su cosmovisión, pues hay que recordar que eran pueblo Guerreros, adoradores de deidades algo violentas y muy demandantes en corazones, así que había carne en exceso y pues había que cocinarlas. ¿Y qué era lo más fácil? Pues echarlas a una cazuela, agregar maíz, que hierva todo junto y una vez suave todo… a disfrutar.

El Pozole, digámoslo así, el original, mas allá de color que este sea, se debe hacer con cabeza de cerdo y lo más importante el maíz tiene que ser sí o sí cacahuazintle, previamente nixtamalizados, es decir precocido en agua con cal o hidróxido de calcio por un par de horas a fin de que los granos de maíz pierdan la cáscara fibrosa que los cubre de manera natural.

Una vez finalizado el precocido de los granos de maíz, se elimina la solución de cal y se lavan los granos, para proceder a un segundo cocimiento de varias horas, hasta lograr que los granos de maiz “revienten” y es ahí cuando se le agregarán las carnes que darán el sabor y aroma a este delicioso manjar.

Y ya por ultimo, estimado lector, para nuestra fortuna, estos tiempos son muy lejanos y el pozole actual dista mucho del pozole primigenio. Así que lo invito a que celebre la mexicanidad con un enorme plato de pozole y que esta breve información de este plato sea una maravilloso rompe hielos o tema de sobremesa, este 15 de septiembre

Y que vivan los héroes que nos dieron patria. ¡VIVA MEXICO! ¡Y VIVA EL POZOLE!


¿Qué sería del mes de la Patria sin el maravilloso pozole….? Plato emblemático de estas fiestas, el pozole es muy rendidor y es colorido: lo hay rojo, blanco y verde cual nuestro lábaro patrio. Puede ser de diferentes carnes: cerdo, pollo, gallina o res… incluso hasta vegetariano o vegano.

Qué dirían los creadores del pozole, Los Aztecas, quienes tras los rituales de sacrificio en los que se ofrecían los corazones de la víctima a los dioses, cocían el resto del cuerpo con maíz y era repartido entre todos los participantes en una especie de acto de comunión o sólo entre determinados sacerdotes.

Según los frailes españoles durante su labor evangelizadora tras la conquista, refieren que dicho manjar era hecho con carnes humanas, y según el testimonio de uno de estos frailes, la carne humana “sabía cómo la del cerdo”. Y justo esa similitud de sabor hizo que el cerdo tuviera gran aceptación entre los recién conquistados. Cabe mencionar que este no era un canibalismo como lo podemos entender hoy en día. Más bien era un tema ritual de acuerdo a su cosmovisión, pues hay que recordar que eran pueblo Guerreros, adoradores de deidades algo violentas y muy demandantes en corazones, así que había carne en exceso y pues había que cocinarlas. ¿Y qué era lo más fácil? Pues echarlas a una cazuela, agregar maíz, que hierva todo junto y una vez suave todo… a disfrutar.

El Pozole, digámoslo así, el original, mas allá de color que este sea, se debe hacer con cabeza de cerdo y lo más importante el maíz tiene que ser sí o sí cacahuazintle, previamente nixtamalizados, es decir precocido en agua con cal o hidróxido de calcio por un par de horas a fin de que los granos de maíz pierdan la cáscara fibrosa que los cubre de manera natural.

Una vez finalizado el precocido de los granos de maíz, se elimina la solución de cal y se lavan los granos, para proceder a un segundo cocimiento de varias horas, hasta lograr que los granos de maiz “revienten” y es ahí cuando se le agregarán las carnes que darán el sabor y aroma a este delicioso manjar.

Y ya por ultimo, estimado lector, para nuestra fortuna, estos tiempos son muy lejanos y el pozole actual dista mucho del pozole primigenio. Así que lo invito a que celebre la mexicanidad con un enorme plato de pozole y que esta breve información de este plato sea una maravilloso rompe hielos o tema de sobremesa, este 15 de septiembre

Y que vivan los héroes que nos dieron patria. ¡VIVA MEXICO! ¡Y VIVA EL POZOLE!


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