Después de las elecciones celebradas el 2 de junio pasado en nuestro país vemos hasta con curiosidad que algunas personas que forman parte de un sector poblacional se exaltan y miran con horror el resultado expresado en las urnas por quienes ejercimos nuestro derecho a votar.
Pero, ¿cómo se explica este miedo a la izquierda?, para ello es necesario remontarnos a lo que significan los términos izquierda y derecha, bueno, pues son producto de una rigidez conceptual mas no de un análisis exhaustivo, su origen se remonta a la Asamblea Constituyente de 1789, en Francia, donde los conservadores, partidarios de una monarquía constitucional con un Rey fuerte con poder de veto sobre las leyes, se sentaban a la derecha del presidente de la Asamblea, mientras que a la izquierda se sentaban quienes querían un cambio radical, es decir, la presencia de un monarca con muy poco poder y donde, según la historia, se impusieron los segundos, dando origen así al concepto de derecha e izquierda y poniendo fin a la monarquía y dando origen a la república.
Ese miedo que podría parecernos ridículo, forma parte del sentimiento de gran parte de las personas que comulgan con la derecha, principalmente con ciudadanos afines a partidos políticos rancios, corruptos e inmorales como el PRI y el PAN.
Su temor se centra en considerar a la izquierda como un movimiento político homogéneo que se reproduce como clon qué es capaz de llevar a la quiebra y a la ruina económica a países enteros.
Y aquí se pone interesante el asunto, pues el resultado de las elecciones en nuestro país y nuestro estado es reflejo del hartazgo por la oferta política de los partidos de siempre, una apuesta a un modelo redistributivo que ha rendido frutos y a la nula oferta política de los partidos PRI, PAN y PRD.
Vendrán otros procesos electorales, otras elecciones y lo único claro es que quienes en esta elección han obtenido el apoyo mayoritario de quienes acudimos a votar, tienen la gran responsabilidad de no robar, no mentir y no traicionar al pueblo y los segundos y tercer lugar o se reinventan y se convierten en opción política o estarán destinados a perder su registro y desaparecer del mapa político.
Por último, recordarles que en los próximos días el Observatorio Ciudadano de Gobierno, Democracia y Legalidad del Estado de Hidalgo, estará presentando su informe como organización observadora del proceso electoral y podrán consultarlo en www.observatoriohidalgo.org/elecciones