Es momento de referir la planeación como un proceso que apoya la conducción de la institución hacia el cumplimiento de su misión, objetivos y metas.
Desde esta perspectiva, el proceso de planeación permite identificar y resolver problemas y consta de cuatro fases: diagnóstico, prescripción, instrumentación y control (Gelman, 1996). Con base en un trabajo previo propio, cada etapa se describirá brevemente, a continuación.
Diagnóstico. - En esta primera etapa se detecta, define y plantea el problema que se requiere resolver. Cabe hacer mención que los “problemas sólo existen como construcciones subjetivas abstractas, no como estados concretos objetivos” [Ackoff, 1974, pp. 237-239]. Por ello, es necesario apoyarse de técnicas cuantitativas y cualitativas, con la participación del mayor número de personas involucradas.
Prescripción.- En la segunda etapa se desarrolla la solución al problema planteado mediante la generación y análisis de distintas alternativas factibles (con sus restricciones o limitaciones), así como la elección de una de ellas por el o los tomadores de decisiones.
Instrumentación. - Durante la tercera etapa se formula explícitamente el plan que permitirá implantar la alternativa elegida en la etapa de prescripción, con la mayoría de los siguientes elementos: objetivos, metas, políticas, estrategias, actividades, responsables, cronograma y recursos. El lector seguramente ya observó que el producto de esta etapa es un plan en sí mismo.
Control. - Durante la etapa final que consiste en la aplicación del plan elaborado en la etapa de instrumentación o, dicho en otras palabras, en la implantación de la alternativa de solución elegida, de manera sistemática, se corrigen las deficiencias en las que se haya incurrido en la generación de la alternativa de solución y se hacen los ajustes necesarios de acuerdo con los cambios que se presentan en el entorno.
Para concluir, es importante mencionar que existe una gran variedad de versiones del proceso de planeación, que cada planeador elige la que más le gusta hasta llegar a dominarla que, al final de cuentas, es lo más importante.