Planear consiste en establecer objetivos y acciones a realizar para lograr el crecimiento y desarrollo, orientados al cumplimiento de la misión y visión institucionales, en otras palabras, planear es un ejercicio creativo que permite crear un diseño ideal o escenario futuro de la cosa planeada.
La semana anterior comenté que existen tres tipos de planeación: estratégica, táctica y operativa y que las variables que permiten definirlos son: tiempo, alcance y nivel organizacional donde se elabora y aplica.
Para una mejor y mayor explicación de estos tipos de planeación invito al lector a imaginar una pirámide de tres niveles, la cual simboliza una institución, cada nivel representa un tipo de ésta: el más alto corresponde a la alta dirección, que es el que realiza la planeación estratégica; el intermedio se refiere a la dirección media, encargado de realizar la planeación táctica; y el inferior, que constituye la base de la pirámide, figura el área operativa que produce el bien o presta el servicio razón de ser de la institución.
La semana anterior me referí a la planeación estratégica, en esta ocasión me referiré a la planeación táctica.
Para iniciar es importante señalar que la planeación táctica tiene la responsabilidad de traducir e interpretar lo que establece la planeación estratégica para que sea entendida y comprendida por la planeación operativa, es decir, sirve de eslabón entre la alta gerencia y el nivel operativo.
La planeación táctica cubre un horizonte de tiempo a mediano plazo, su impacto es en una división, región, gerencia, etc., por lo que sus objetivos son específicos a éstas, mismos que al cumplirse contribuyen al cumplimiento de los objetivos generales de la institución.
Es importante mencionar que la planeación táctica, aun cuando no impacta a toda la institución, como todo tipo es: sistémica, participativa, flexible y continua.
Al ser de menor temporalidad los objetivos y acciones que establece la planeación táctica se hace con mayor frecuencia y sirve de marco de referencia para la planeación operativa.
Antes de concluir, quiero recordar que en el artículo anterior comenté que para Russell L. Ackoff es más importante el proceso de planeación que el plan obtenido, ahora, en concordancia con lo anterior, les comparto que el propio Ackoff dice que la principal contribución de los científicos a la planeación se relaciona con una mejor sistematización y organización del proceso de planeación.