/ lunes 30 de septiembre de 2024

De vuelos y de garzas / Planeación operativa

La planeación operativa corresponde al nivel inferior o más bajo de la pirámide institucional, es de corto plazo y su impacto se circunscribe al área o departamento que la ejecuta, en otras palabras, es más “local o específica” que la táctica y que la estratégica, por lo que le competen directamente las acciones que cristalizan y hacen tangibles la misión y visión institucionales.

Al concretarse a un área o departamento, la planeación operativa tiene su marco de referencia en el plan táctico y, para que el trabajo sea siempre articulado en todos los niveles, considera el quehacer de las demás áreas o departamentos, es decir, los planes operativos se elaboran al mismo tiempo y con la participación de los trabajadores.

Concurrencia de la planeación

Por primera vez abordaré este tema desde esta perspectiva y lo haré para dejar en claro que toda institución, sin importar su tamaño, debe realizar los tres tipos de planeación de manera concurrente o simultánea.

Cuando hablé de la planeación estratégica dije que la mejor forma de llevarla a cabo es recorriendo la institución desde la alta gerencia hasta el nivel operativo y viceversa, esto de manera iterativa y pasando por la gerencia media, así mismo que debe participar el mayor número de integrantes de la institución.

Ahora, agrego que una vez que se tiene el plan estratégico, éste sirve de marco de referencia para la planeación táctica y que una vez que se ha elaborado el plan táctico, éste sirve de marco de referencia para la planeación operativa.

La concurrencia de la planeación es un razonamiento que aplica a la planeación el enfoque sistémico y su principio de sinergia. Este último es una herramienta poderosa en el estudio de las cosas y la identificación y solución de problemas, por lo que se abordará en otra oportunidad dado que merece una mención especial.

Antes de concluir, es necesario mencionar que el horizonte de tiempo de planeación corto, mediano y largo plazos, son relativos al tipo de industria a la que pertenece la institución, lo vertiginoso de los cambios de su entorno y la capacidad de adaptación y aprendizaje de ésta.

Finalmente, sólo resta decir que existen herramientas y técnicas para cada tipo de planeación, algunas de las cuales se abordarán en otra ocasión en este mismo espacio.


La planeación operativa corresponde al nivel inferior o más bajo de la pirámide institucional, es de corto plazo y su impacto se circunscribe al área o departamento que la ejecuta, en otras palabras, es más “local o específica” que la táctica y que la estratégica, por lo que le competen directamente las acciones que cristalizan y hacen tangibles la misión y visión institucionales.

Al concretarse a un área o departamento, la planeación operativa tiene su marco de referencia en el plan táctico y, para que el trabajo sea siempre articulado en todos los niveles, considera el quehacer de las demás áreas o departamentos, es decir, los planes operativos se elaboran al mismo tiempo y con la participación de los trabajadores.

Concurrencia de la planeación

Por primera vez abordaré este tema desde esta perspectiva y lo haré para dejar en claro que toda institución, sin importar su tamaño, debe realizar los tres tipos de planeación de manera concurrente o simultánea.

Cuando hablé de la planeación estratégica dije que la mejor forma de llevarla a cabo es recorriendo la institución desde la alta gerencia hasta el nivel operativo y viceversa, esto de manera iterativa y pasando por la gerencia media, así mismo que debe participar el mayor número de integrantes de la institución.

Ahora, agrego que una vez que se tiene el plan estratégico, éste sirve de marco de referencia para la planeación táctica y que una vez que se ha elaborado el plan táctico, éste sirve de marco de referencia para la planeación operativa.

La concurrencia de la planeación es un razonamiento que aplica a la planeación el enfoque sistémico y su principio de sinergia. Este último es una herramienta poderosa en el estudio de las cosas y la identificación y solución de problemas, por lo que se abordará en otra oportunidad dado que merece una mención especial.

Antes de concluir, es necesario mencionar que el horizonte de tiempo de planeación corto, mediano y largo plazos, son relativos al tipo de industria a la que pertenece la institución, lo vertiginoso de los cambios de su entorno y la capacidad de adaptación y aprendizaje de ésta.

Finalmente, sólo resta decir que existen herramientas y técnicas para cada tipo de planeación, algunas de las cuales se abordarán en otra ocasión en este mismo espacio.