Estoy convencida que todo lo que trabajamos en el Senado de la República y en el Congreso de la Unión en general debe ser comunicado a la ciudadanía por todos los medios posibles. Ello derivado de la imperiosa necesidad de que las reformas en favor de las mujeres se socialicen a través del trabajo continuo de quienes, además del trabajo que hacemos dentro del ejercicio parlamentario, salimos a recorres las calles para gestionar necesidades y para atender los asuntos que las personas nos informan durante nuestros recorridos. Espacios como el receso legislativo deben destinarse para informar lo que hicimos como Senado y la forma en que las personas beneficiarias pueden aprovechar esas reformas en su beneficio.
Uno de los grandes gustos como legislador es informarle a la gente que nos entregó su confianza, la materialización de resultados a través de reformas a la ley que impactan directamente en su vida, pero que, considero fundamental, debe socializarse para que esas ciudadanas y ciudadanos puedan saber ante qué instancias pueden ejercer derechos y los beneficios que pueden obtener a través de esos cambios a la ley.
Si en algo ha sido productiva la actual legislatura es en lo concerniente a reformas en materia de género, las cuales, lamentablemente, han pasado inadvertidas para muchas mujeres en lo personal y colectivos que se dedican a defender los intereses de las mujeres. Es fundamental hacer llegar el mensaje a las auténticas destinatarias en las comunidades y regiones más apartadas de los centros urbanos y en otros espacios de relevancia.
En estas últimas semanas, he tenido la oportunidad de llevar a cabo diálogos con mujeres de universidades y de algunos municipios para darles a conocer reformas de gran calado y, sobre todo, la forma en que se van a materializar esas modificaciones que en todos los casos se convierten en derechos.
Para empezar, como parte de una política criminal concreta, que sepan que ahora aquellas personas que sean acusadas de feminicidio lleven a cabo su proceso en prisión preventiva oficiosa, además de que con la Ley Olimpia dimos voz a aquellas mujeres que se han visto afectadas en su honor y privacidad a través del lamentable ejercicio de la violencia digital.
Deben saber las mujeres que aquellos casos en que se usan a los hijos para violentarlas, lo que llamamos violencia vicaria, ya cuenta con sanciones específicas y así evitar el rompimiento de los lazos más fuertes con los que debemos contar.
Una de las peticiones más profundas es aquellos casos de abuso sexual que ocurrieron hace mucho tiempo contra niñas, niños y adolescentes y que por la forma en que se cometen esos delitos, pocas veces se suele denunciar, razón por la cual es que pugnamos porque esos delitos no prescriban y se persigan en cualquier momento.
Otro aspecto que es fundamental hacer saber a las mujeres de nuestras comunidades en nuestros Estados es que ahora los Centros de Justicia para Mujeres estarán a cargo de las entidades federativas con el objetivo de brindar apoyo puntual y más cercano a las mujeres víctimas de violencia de todo tipo, entendiendo que esta atención será interinstitucional y multidisciplinaria.
En nuestro país tenemos un gran número de trabajadoras del hogar y la reforma en materia laboral, así como a la ley de seguridad social, ahora les otorga derechos que antes no tenían, como el alta ante el seguro social y prestaciones laborales mínimas que deben tener como cualquier otra persona trabajadora en el país.
También les hemos informado que, a partir de hoy, toda la educación que se imparta por el Estado deberá contar con perspectiva de género en los programas de estudio porque estamos seguras que sólo así cambiaremos al país.
La construcción que se hace en el Congreso debe tener eco en la vida diaria de las mujeres para que sea una política pública implementable y seria que cambie la vida del pueblo de México cuando de mujeres se trata. Es fundamental trabajar en el parlamento pero es igual de oportuno comunicarlo a nuestra gente.